Después de dos largos años, Adamuz ha vuelto este martes a celebrar una de sus fiestas más arraigadas: la Candelaria. Desde que a la caída de la tarde del 1 de febrero el viajero se acerca a esta localidad de Sierra Morena observa en Las Mohoneras un halo de humo que corona todo el casco urbano. Ello es un indicativo de que los culiquemaos, como se denomina popularmente a los adamuceños, han vuelto a encender las candelas con romero para saltar sobre ellas.
A pesar de las circunstancias que se están viviendo en torno a la pandemia, en todos los barrios se han encendido este año candelas como en la etapa anterior a la llegada del covid-19. Los vecinos, con mascarillas y tratando de cuidar al máximo la distancia de seguridad, han vuelto a saltar sobre el fuego mientras otros cantaban a coro, y en forma de corro, canciones de antaño.
El alcalde de este municipio, Rafael Ángel Moreno, ha destacado a este periódico que «para los adamuceños esta es una de las fiestas tradicionales y singulares de la provincia, ya que somos los únicos que realizamos las candelas con romero y creamos un ambiente único con el humo que genera». De hecho, este humo del romero tiene su magia, ya que las personas más mayores del pueblo comentan que suelen pasar a los niños por encima de él para que se alejen los malos espíritus. Son viejas tradiciones que arrancan desde primera hora de la tarde con la recogida del romero. Con la ropa de faena se quedan en la calle para compartir viandas entre los vecinos del barrio y al mismo tiempo compartir tertulias y analizar cómo está yendo la campaña de la aceituna.
El regidor adamuceño explica que «todo se ha organizado cumpliendo las medidas sanitarias», para evitar una propagación mayor de la sexta ola.
Han sido decenas de candelas las que se han encendido, organizando casi todos los bares su propia fogata para atraer al mayor número de público.
