El alcalde de Lucena, Juan Pérez, ha visitado este martes el inicio de las obras de accesibilidad que se llevan a cabo por parte de la empresa lucentina Construcciones Francisco Peñalver en la entrada y accesos del centro de recepción del alfar romano de Los Tejares. Juan Pérez ha señalado que "el objeto es que este yacimiento arqueológico pueda abrir sus puertas el próximo 18 de mayo, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de los Museos.

Los trabajos que se acometen, según ha destacado Pérez, consisten en la eliminación de las barreras arquitectónicas y una intervención en las dependencias de entrada al centro de visitantes. El Ayuntamiento ha aportado 6.800 euros a estos trabajos, y la Diputación de Córdoba ha financiado el resto, un total de 26.700 euros con cargo al Plan Más Provincia. Estas obras cuentan con un plazo de 30 días. 

Creación de un área de descanso

Juan Pérez ha informado que para culminar la puesta en valor del yacimiento restaría la mejora de la valla perimetral y la zona que discurre entre la carretera y el enclave, a las que se sumarán la creación de un área de esparcimiento y descanso con la creación de un camino y una pequeña arboleda de cipreses y algarrobos. Señala que, por otro lado, hasta este 20 de enero está abierto el plazo para concurrir al proyecto de ejecución de un vídeo 3D sobre el alfar romano de Los Tejares, que se pretende mostrar a los visitantes que lleguen al recinto.

El arqueólogo municipal, Daniel Botella, ha puesto de manifiesto que las obras de accesibilidad consisten en tratamiento de hormigón antideslizante, señalando que los restos de piezas que han aparecido en superficie se utilizarán para construir unos asientos que se ubicarán en la recepción de visitantes. Botella manifiesta que tras un estudio de la Universidad de Córdoba, se conoce que existen más hornos en esta zona, aunque desde el Ayuntamiento se ha optado, dijo, "por rentabilizar socialmente el patrimonio que tenemos y ponerlo ya en valor".

El alfar romano de Los Tejares se alza sobre una parcela de 14.775 metros cuadrados de propiedad municipal, es una de las 22 factorías documentadas que se instalaron en el actual término municipal de Lucena durante la presencia de la civilización romana en la Península desde el siglo II a.C. y especialmente durante los siglos I y II d.C. Excavado en 1996 tras su hallazgo durante las obras de la estación depuradora de Lucena junto a la vía de servicio de la A-318 en dirección Puente Genil, este yacimiento arqueológico es uno de los mejores hornos romanos excavados y conservados en toda Hispania. Su estudio ha permitido explicar la forma de vida de este tipo de factorías, estratégicas en el mundo romano, no solo para la conservación de productos alimenticios (ánforas, dolia o vajilla de mesa y cocina), sino también para el sector constructivo y comercial.