El premio de 6.000 euros que la asociación Centro Comercial Abierto Pozoblanco, Ciudad de Compras de Adeco, la asociación de empresarios de Los Pedroches, ha sorteado entre los clientes que han hecho sus compras en los establecimientos adheridos a su campaña de Navidad ha llamado también a la solidaridad, porque a esa cantidad, que la afortunada ganadora Transi Dueñas Ranchal ya se gastó el pasado martes 11 de enero, se sumaban otros 500 euros para que ella pudiera donarlos a las oenegés locales que quisiera. Transi eligió a Acuide, Asociación de Cuidadores y Familiares de Personas Dependientes, promotora y gestora del único comedor social que hay en Pozoblanco. 

Mañana lunes será el día en el que se entregue ese talón solidario, una ayuda que Teresa Dueñas , cabeza visible de Acuide, ha agradecido, tanto a Transi, por acordarse de ellos como, a la asociación empresarial por la iniciativa que han puesto en marcha este año y que va a propiciar esa donación. En palabras de Teresa, esta idea de los comerciantes «viene a fortalecer este debilitamiento social que tenemos al acordarse de familias que tienen una economía paupérrima y no pueden hacer esas compras que otras personas sí realizan».

El comedor social de Acuide arrancó en el año 2012 en establecimientos privados, hasta que en el 2014 se trasladó a la ubicación actual, un local cedido por el Ayuntamiento de Pozoblanco situado en el recinto ferial. Se financia con alguna subvención pública, pero, sobre todo, con donaciones tanto de productos que particulares y empresas les hacen llegar, como de dinero que se puede ingresar en la cuenta que Acuide tiene abierta en Cajasur.

Desde el inicio de la pandemia las comidas no se sirven en el comedor físico, sino que se entregan en táper a las familias que lo necesitan tres veces a la semana -martes, miércoles y jueves-, siempre comidas elaboradas siguiendo la dieta mediterránea y alternando cada día la carne y pescado, y también ofrecen potitos para los bebés de las familias. En este último mes de diciembre han ofrecido menús especiales y cestas de Navidad. Además, pasó por la asociación la magia de los Reyes Magos, que dejaron algún regalo para los más pequeños.

Dueñas cuenta que la pandemia ha elevado el número de personas atendidas. Si antes de la aparición del covid-19 se asistía a una media de alrededor de 30 personas, desde el inicio de la actual crisis sanitaria se entregan comidas a 60 personas. A las familias que acuden periódicamente se han sumado personas a título individual y otras familias con hijos que tenían trabajos en precario y que con la llegada del coronavirus se han quedado sin esos trabajos y sin ingresos, familias que no se habían encontrado en una situación similar anteriormente. Todos son atendidos por un grupo de voluntarios que se van turnando.

Teresa Dueñas explica que su labor, además de ofrecer menús a personas con escasos recursos, es también la de aportar un espacio de interacción con ellos. «Nosotros no podemos solucionar sus problemas porque no podemos darles trabajo, pero sí podemos ofrecerles escucha activa cuando nos relatan sus dificultades, sus contratiempos; les damos consejos porque muchas veces no tienen quien les pueda guiar, luego pueden seguirlos o no a la hora de tomar sus decisiones, pero ahí estamos», asegura Dueñas.