El área de Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba ha puesto en marcha una iniciativa con la que pretende compensar parte de las emisiones de CO2 de la institución, producidas principalmente por el consumo eléctrico de sus instalaciones y el consumo de combustibles fósiles del transporte.

La idea consiste en concreto en sembrar árboles que sean capaces de absorber la cantidad de anhídrido carbónico que produce en un año el parque móvil de la Diputación. Para llevar a cabo la experiencia piloto se ha elegido la zona de la Vía Verde de la Campiña. Según ha explicado a este periódico el delegado de Medio Natural y Carreteras de la institución provincial, Francisco Palomares, lo que se pretende es «crear un sumidero de masa vegetal nueva que absorba parte del CO2 que generamos. Se trata, por tanto, de compensar esas emisiones que realizamos a la atmósfera mientras contribuimos, también, a la mejora de la biodiversidad y de nuestros paisajes». En concreto, indica Palomares, «el proyecto se ha realizado en tres parcelas de la antigua vía de ferrocarril, en la aldea de Las Pinedas, en el término municipal de La Carlota, en una superficie de 8 hectáreas. Hemos reforestado casi cuatro kilómetros de vía verde, desde el arroyo de El Escorial hasta el arroyo Guadalmazán». Con esta reforestación, añade Francisco Palomares, «estamos también mejorando las condiciones de uso público de la vía, diversificando el paisaje, aumentando las zonas de sombra y mejorando la conectividad ecológica, es decir, el aumento de la biodiversidad ligado a la vegetación».

Uno de los empleados de la Diputación plantando los árboles. CÓRDOBA

El diputado ha recordado que «el calentamiento climático, atribuido al aumento de la emisión de gases de efecto invernadero desde mediados del siglo XX, provocará que la temperatura de la tierra aumente 1,5 grados entre el 2030 y el 2052» y añade que, «según proyecciones realizadas por la Agencia Estatal de Meteorología, esa evolución afectará especialmente a la región mediterránea, una de las áreas más vulnerables del planeta al cambio climático, y traerá importantes consecuencias para ciertas zonas de la provincia de Córdoba».

En concreto, indica que «el riesgo de desertificación será alto en la zona sur y centro, pero también habrá puntos con riesgo alto en la zona norte, donde se pasará de clima mediterráneo subcontinental de inviernos fríos a uno de veranos cálidos». Estos argumentos son algunos de los que sustentan la necesidad de poner en marcha iniciativas tendentes a combatir la contaminación atmosférica, a juicio de Palomares.

Como parte del proceso iniciado por la institución provincial, el departamento de Medio Ambiente ha llevado a cabo varias actuaciones, como el desbroce selectivo de herbáceas, quedando los restos triturados e incorporados al terreno, plantaciones de especies autóctonas (almez, fresno, algarrobo, coscoja, pino carrasco, pino piñonero, encina, lentisco, y acebuche) y, por último, la instalación de riego para el verano.

Mari Carmen Recio, técnica del departamento de Medio Ambiente, indica sobre esta actividad que, «aunque el objetivo era la máxima absorción de CO2 por la masa forestal, se han escogido especies autóctonas, descartando plantaciones monoespecíficas, y se han incluido también arbustos, aunque estos no son contabilizados para la absorción de CO2».

Señala Recio que «con la reforestación de los terrenos propuestos conseguimos la absorción de 212 toneladas de CO2 durante 30 años, según la calculadora de estimación de las absorciones de dióxido de carbono que realiza el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico». Además, añade, «estamos potenciando la economía circular y la producción de cero residuos puesto que los materiales empleados en el proyecto han sido reutilizables y biodegradables».

El diputado valora haber conseguido «llegar a la absorción de casi todas las toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera durante el 2020. Según nuestros datos, entre el parque de vehículos, el servicio de Carreteras, el departamento de Medio Ambiente y el Centro Agropecuario emitimos unas 285 toneladas, por lo que con la absorción que vamos a conseguir casi llegamos a cubrir el CO2 emitido».