La Junta de Andalucía ha reiniciado las obras de reforma del Puente de Hierro de Villa del Río, tras permanecer casi un año paradas por problemas técnicos. La actuación la están llevando a cabo la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Magtel y Hierros Fuente Palmera. Esta es una de las grandes demandas vecinales de las últimas dos décadas. Ambas firmas están realizando los trabajos de reforma por 4 millones de euros y las acometerán en un periodo de doce meses, según se recoge en el pliego de condiciones de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.

El objetivo de esta obra es garantizar la seguridad y comodidad de los usuarios, asegurar la vida útil de la estructura y mejorar las comunicaciones y el desarrollo económico de la localidad y la comarca.

Este proyecto de mejora del puente viene siendo una demanda histórica del municipio, en la que las distintas fuerzas políticas representadas en el Consistorio durante las dos últimas décadas han insistido, sobre todo porque es uno de los pasos naturales de la localidad hacia el polígono El Pelícano, área de desarrollo industrial con grandes firmas como Duplach, y una planta de hormigón situada en la carretera de la Fuensanta. Son numerosos los vehículos de alto tonelaje que cada día transitan por este paso elevado, significando un peligro de derrumbe.

Ampliación de la calzada

La intervención contempla la construcción de un puente alternativo provisional para permitir la circulación del tráfico y el desmonte de la estructura actual del puente. Se desmontará el paso elevado original y se volverá a colocar, con el objetivo de rehabilitarlo manteniendo su imagen y ampliar su calzada, pasando de un ancho actual de 4,8 metros a 9,2 metros, lo que al mismo tiempo permitirá que tenga dos carriles. Así se acabará con las limitaciones de carga que sufre, así como la parada de vehículos a la entrada del puente cuando otro está atravesándolo. De esta forma, se ampliará el tablero y se reforzará la estructura.

La carga máxima admisible en el puente está limitada a 26 toneladas, lo que recientemente ha obligado a realizar estudios específicos y pruebas de carga cuando se ha de autorizar al paso de algún transporte de mayor peso. A diario pasan por él vehículos de alto tonelaje, lo que puso en guardia a las autoridades locales sobre la posibilidad de que en algún momento sufriera un desplome.