Todo ha de empezar por una pregunta, así decía Albert Einstein al referirse al avance del conocimiento. ¿Cómo se ha llegado a este momento? Esa puede ser una pregunta pertinente para articular la exposición de las ideas y hechos que han permitido que los Estudios Superiores en Desarrollo Rural (ESDR) de la Universidad de Córdoba celebren sus bodas de plata. Esto solo puede responderse como una matrioska dentro de una matrioska que contiene a una matrioska...

La gran matrioska externa: en los años ochenta el Grupo de Cairns logró incorporar la agricultura a la agenda de la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Esto provocó una fuerte presión sobre la Política Agraria Común (PAC) para reducir los subsidios agrícolas y desmantelar progresivamente los eficaces mecanismos de protección exterior de la agricultura europea. Como consecuencia directa empezaron a plantarse en esos años diversas reflexiones y propuestas sobre cómo mantener el modelo europeo de agricultura (familiar).

Otra cara de la matrioska externa: las crecientes inquietudes medioambientales ligadas a los procesos de desarrollo toman forma y protagonismo internacional con el Informe Brundtland, primero, y la Cumbre de la Tierra (Río, 1992), después, a la que han seguido nuevas propuestas y acuerdos en relación al desarrollo sostenible y el cambio climático.

Segunda matrioska: mientras esto ocurría en el tablero mundial, la Comisión Europea publicó en 1988 una Comunicación que, bajo el título El futuro del mundo rural, especulaba sobre la viabilidad del mundo rural europeo en el escenario de liberalización. La profunda reforma de la PAC de 1992 y la Iniciativa Comunitaria Leader no estuvieron ajenas a estas cuestiones. Esta fue, en buena medida, la espoleta que detonó el inicio de los ESDR.

Una matrioska interior: durante los primeros años de la década de los noventa, la Consejería de Agricultura de Andalucía creó un think tank que analizó el reto de cómo lograr un mundo rural andaluz vivo ante el panorama internacional. Fruto de esos trabajos fue la publicación de las Bases para un Plan de Desarrollo Rural Andaluz (1993), que avanzaron ya algunas propuestas relevantes para el desarrollo territorial sostenible del mundo rural. El enfoque de este documento estableció claramente la importancia de considerar que el mundo rural no se puede mantener exclusivamente con la agricultura, por una parte, y que las relaciones entre el medio rural y el urbano deberían ser profundamente replanteadas y reconstruidas. El concepto de «construcción territorial», como armonía entre nuevas formas de gobernanza y una mirada estratégica a la producción y los equipamientos y servicios públicos, fue la columna vertebral de ese documento.

Otra matrioska interna: los complejos procesos esbozados, y el compromiso de la universidad pública por contribuir a resolver problemas de la sociedad, provocaron una serie de reflexiones y debates en materia de Educación Superior para la regeneración del mundo rural en la primera mitad de los noventa. El reto de adaptar la oferta educativa a una mirada prospectiva del contexto llevó al deseo de contribuir a superar algunas limitaciones de las titulaciones tecnológicas, sectoriales, o científicas articulando respuestas a todas estas cuestiones. Así surgió en el seno del entonces Departamento de Economía, Sociología y Política Agraria de la Etsiam de Córdoba la primera titulación de Estudios Superiores en Desarrollo Rural, pioneros en España.

La matrioska más interna: los ESDR de la UCO expresan la evolución del «continente» (6 titulaciones durante sus 25 años). Respecto al «contenido», el pensum o plan de estudios ha sido siempre multidisciplinar, marcadamente internacional y ajustado al principio pedagógico de «aprender haciendo». Los profesores y profesoras del claustro docente (nacional e internacional) comparten su pasión por el mundo rural, a la vez que un profundo conocimiento de multitud de áreas rurales de buena parte del mundo. Solo así ha sido posible ir adaptando continuamente los ESDR a las exigencias de formación estratégica territorial que combine ventaja competitiva con sostenibilidad y gobernanza territorial.

Last but not least: los estudiantes y colaboradores. Cerca de 400 alumnos, de casi 30 países, de los 5 continentes son egresados de estos estudios. Sus titulaciones de acceso se reparten principalmente entre Ingenierías, Ciencias de la Vida, Ciencias Sociales, Humanidades. La formación recibida los ha preparado para acceder a empleos cualificados en organismos internaciones e instituciones públicas, pero también para promover exitosos proyectos empresariales. Por último, los egresados conforman una amplia red de laboratorios territoriales que son la mayor fortaleza distintiva de estos estudios y que cobran su mayor expresión en el buque insignia de los ESDR: la Ruta Rural, que ha recorrido más de 30.000 kilómetros investigando cómo la innovación contribuye a la mejora de la calidad de vida en el medio rural, especialmente en la España menos poblada.

Pero esto no es todo, lo rural sigue en continuo cambio y afrontando nuevos retos, de modo que desde la Universidad seguiremos proporcionando conocimientos y herramientas que le ayuden a dar respuesta y solución a sus necesidades futuras.