Las once hermanas clarisas de clausura que habitan el convento de Santa Clara de la Columna de Belalcázar han recibido este domingo muchos visitantes llegados desde distintos rincones de Los Pedroches, de la provincia y hasta de fuera de ella con motivo del séptimo Día del Dulce Conventual, que se retomaba este año, después de que la pandemia provocada por el coronavirus lo impidiera el año pasado.

Durante toda la jornada se han podido adquirir los dulces que, tal y como recuerda la abadesa del convento, sor Isabel Cobo, «están hechos artesanalmente, con nuestras manos y uno a uno». Entre esas delicias están los repelaos, bocaditos de almendra, pastas de almendra, trufas de chocolate, yemas, roscos de aceite de oliva virgen extra, pastelitos o magdalenas, «y luego los dulces de navidad que hemos añadido este año unos cuantos, como cocadas, empiñonados, polvorones, pasteles de gloria, nevaditos y princesitas».

Tras su misa dominical y poco antes de las diez de la mañana se ha llevado a cabo la inauguración de la jornada en el patio de entrada, seguido de un desayuno en el refectorio antiguo del claustro principal, a lo que han seguido dos visitas guiadas por la mañana y una por la tarde a este convento fundado en el siglo XV y que es uno de los conjuntos arquitectónicos más sobresalientes de la provincia. 

Los visitantes, en uno de los recorridos por el convento. RAFA SÁNCHEZ

Las hermanas de Kenia han elaborado para la merienda un té típico de su país. Por la tarde, en la iglesia, el grupo de música folk Aliara, de Pozoblanco, ofrece un concierto de villancicos y durante todo el día está abierta una exposición fotográfica de Los Pedroches, obra de Moisés Vargas, con la colaboración de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno de Covap. Además, durante este domingo se puede visitar la casa de oración, la casa de retiro de doña Elvira de Zúñiga, el belén o el patio del huerto donde se representa la obra El Halcón y la Columna. Sor Isabel señala que también cuentan con una web para la venta de dulces, «aunque lo más importante es nuestra vocación y esta forma de vida a la que hemos sido llamadas».