El Ayuntamiento de Pozoblanco ha adquirido una amplia colección de cristales fotográficos estereoscópicos de comienzos del siglo XX que permiten ver en 3D imágenes del Pozoblanco de principios del siglo XX, fundamentalmente entre los años 1900 y 1905. Las fotografías muestran el modo de vida de los pozoalbenses, su vestimenta y tradiciones en los albores del siglo pasado. Entre otras, se pueden ver fotografías de la iglesia de Santa Catalina antes de que se construyese la actual torre, la plaza conocida hoy como de la Constitución o la calle Real de comienzos de la centuria, cuando aún no estaban alzados la gran mayoría de los edificios que hoy la conforman y se mantenía la antigua fuente. La colección se ha adquirido por un valor de 1.500 euros gracias a la mediación desinteresada del académico y coleccionista Juan Manuel Fernández, al que el alcalde ha agradecido su «pasión y generosidad», al igual que al historiador José Luis González, que ha realizado la primera documentación básica de las imágenes para su valoración.

La intención municipal es digitalizar la colección y exponerla en la Casa de la Viga. Los cristales estereoscópicos que componen esta colección se custodiarán en el archivo municipal. El Consistorio tiene intención de realizar un catálogo y disponer de visores para que se puedan ver las fotos en su formato estereoscópico. 

El alcalde observa una de las imágenes. RAFA SÁNCHEZ

En el acto de presentación, este jueves, intervinieron el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello; Juan Manuel Fernández, miembro de la Real Academia de Córdoba y coleccionista, y Eduardo Lucena, concejal de Turismo. Todos ellos destacaron la importancia que esta colección tiene para el patrimonio municipal y el conocimiento de la historia local.

El alcalde explicó que «se trata de documentos gráficos de enorme valor, que muestran instantáneas inéditas de momentos muy importantes en la historia del municipio como la construcción de la estación de trenes y el trazado de la vía férrea a comienzos al siglo XX». El regidor explicó que los cristales estereoscópicos adquiridos suponen «un gran paso para el conocimiento de nuestra historia y nuestras tradiciones, pues también hay imágenes del pregón del Viernes Santo y de diversas procesiones, así como de espectáculos taurinos y deportivos de comienzos del pasado siglo y estampas familiares».