La A-435 , conocida como carretera del Iryda, podría abrir totalmente al tráfico la próxima semana si, como está previsto y la climatología lo permite, los trabajos de mejora que se están realizando en ella finalizan esta semana, según confirmó este martes la delegada de Fomento, Cristina Casanueva, durante su visita a esta vía para conocer la evolución de las obras de emergencia en la A-435 y A-423 en las que la Junta de Andalucía está invirtiendo 2,7 millones y que discurren por los términos municipales de Pozoblanco, Alcaracejos y Añora, además de la mejora en varias travesías de Pozoblanco. Casanueva estuvo acompañada por los alcaldes de Pozoblanco, Santiago Cabello, y de Alcaracejos, José Luis Cabrera.

Las obras, que en su conjunto podrían estar terminadas para fin de año, vienen a solucionar el deterioro del firme ocasionado por las intensas lluvias del pasado invierno, los efectos de la sal que se esparció por la calzada de forma preventiva ante la llegada de la borrasca Filomena y el gran número de vehículos que soporta, con una intensidad media de 2.946 vehículos, de los que 943 son pesados, es decir el 32 por ciento.

Casanueva resaltó que estas obras «son fundamentales por la gran repercusión en el tráfico rodado de los términos municipales de Pozoblanco, Añora y Alcaracejos y de toda la comarca de Los Pedroches, ya que la A-435 es una vía de unión entre esta comarca, la provincia de Ciudad Real y el centro de la provincia de Córdoba».

Por otro lado, la delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, el director general de la Agencia Pública Andaluza de Educación, Manuel Cortés, y el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello visitaron ayer el colegio Manuel Cano donde ya han comenzado las obras para la construcción de un nuevo edificio que albergará un comedor escolar con capacidad para casi 50 plazas y la cocina. Este nuevo espacio, de 231 metros cuadrados, dispondrá también de aseos y vestuarios para el personal de cocina y un cuarto de limpieza y basura.