El próximo 1 de enero del 2022 entrará en vigor el nuevo valor de referencia que determinará los impuestos que debe pagar el comprador de una vivienda de segunda mano o quien herede o reciba en donación un inmueble. Para ello, la Dirección General del Catastro ha publicado un mapa de valores que determinará el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISyD), un documento que, según los expertos en valoraciones catastrales, ha sido diseñado «desde el desconocimiento de la realidad» de municipios como Montilla.

Francisco Jiménez, que dirige Aeconomi, una firma especializada en servicios catastrales, valoración y fiscalidad inmobiliaria, sostiene que los valores catastrales establecidos en Montilla reflejan una «descomunal chapuza» como consecuencia de los «edificios tipo» y de los precios establecidos.

En este sentido, el experto indica que el nuevo mapa dé valores de referencia más bajos en la calle Ancha que en pisos del entorno de la Plaza de Los Salesianos, del IES Inca Garcilaso, de la zona de Los Jacintos o del tramo final de la avenida Antonio y Miguel Navarro, una de las zonas «más caras de Montilla», según el nuevo mapa publicado por la Dirección General del Catastro.

«No es necesario ser experto en valoración para comprender que este mapa no tiene nada que ver con la realidad del mercado de Montilla», apunta el director de Aeconomi, para quien «salta a la vista que las personas encargadas de elaborar el mapa de valores de Montilla no conocen para nada el municipio y, mucho menos, su mercado inmobiliario».

Sin embargo, Francisco Jiménez advierte que no se trata de un caso aislado. «Existen otros municipios en los que la ponencia de valores catastrales está totalmente obsoleta», apunta el experto, quien advierte que la ciudadanía no es consciente del «drástico cambio» que supondrán estos valores a partir del próximo enero.

De esta forma, y según el mapa de valores publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 13 de octubre, un piso ubicado en las Casas Nuevas, con una superficie de 90 metros, calidad media y 40 años de antigüedad, tendría un valor de referencia de 960 euros por metro cuadrado, una cantidad «muy por encima de la realidad», a juicio de Jiménez.

A esta valoración «errónea» se le sumaría el hecho de que, a partir del próximo año, deberán ser los contribuyentes los que, en caso de no estar de conformes con los valores de referencia, «deberán demostrarlo ante la Administración y no al contrario, como venía ocurriendo hasta ahora».

«Esto es un palo para el contribuyente», denuncia el director de Aeconomi que, además, es arquitecto técnico.