El afán de recuperar y seguir poniendo en valor el patrimonio músico-cultural de Castro del Río ha conseguido que su Escuela Municipal de Música, Joaquín Villatoro, y algunas agrupaciones musicales castreñas realicen un homenaje a Francisco Algaba Luque, en el 150 aniversario de su nacimiento. El acto se celebrará este domingo en el Teatro Cervantes de Castro del Río, a las 12.00 horas. El fin principal de la celebración es rescatar y poner en valor aquellas obras que tanto éxito tuvieron en la capital cordobesa pero que siempre han sido un misterio para sus paisanos castreños.

Francisco Algaba Luque nació en Castro del Río en el año 1871. En los albores de la década de los 30, siendo ya un reconocido abogado y empresario castreño, traslada su domicilio a Córdoba capital por motivos personales. Por aquel entonces, Algaba ya mantenía una cerrada amistad con algunos grandes músicos de la época como Mariano Gómez Camarero.

A partir de ahí, Algaba se integra vivamente en la sociedad cordobesa participando muy activamente en las actividades culturales, destacando su compromiso con el Real Centro Filarmónico de Córdoba Eduardo Lucena, donde fue nombrado vicepresidente y llegando a ostentar la presidencia en funciones.

El 22 de abril de 1936 presenta en el Gran Teatro de Córdoba junto con el Real Centro Filarmónico de Córdoba Eduardo Lucena la obra Bocetos Cordobeses, que obtuvo grandes elogios y excelente crítica en los medios de comunicación cordobeses. Posteriormente, y como resultado de su prestigio y compromiso con la cultura cordobesa, en 1942 Francisco Algaba es aceptado como Académico Numerario en la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de la ciudad de Córdoba, componiendo para la ocasión un nocturno para clarinete como ejemplo de simplicidad, veracidad y naturalidad, El ciego del clarinete.

En Castro del Río es muy conocido por su obra en música sacra. Sin embargo, se desconocía hasta hace poco su otra faceta compositiva, la canción cordobesa. Gran parte de su obra permaneció oculta hasta el año 2014 cuando empezaron a recuperarse motetes, una misa de difuntos, un oficio de difuntos e incluso una marcha de procesión desconocida.