La Fiscalía solicita la libre absolución del padre del joven palmeño Miguel Rodríguez León, único acusado de su muerte, de la que el próximo 21 de diciembre se cumplirán 9 años. Según las conclusiones provisionales del fiscal, a las que ha tenido acceso este periódico, "no ha sido posible determinar si las heridas y el incendio fueron causadas por el propio fallecido o por un tercero" y "al no haber delito no puede haber autor". Además, el informe de Fiscalía indica que "no concurren en el acusado circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, ya que no hay delito ni hay autor". La acusación particular, en cambio, mantiene la acusación sobre el padre del fallecido como presunto autor de los hechos.

El cuerpo sin vida del joven apareció en una casa de campo familiar en la barriada de Los Cañuelos, de Palma del Río. Según las conclusiones provisionales del fiscal, "entre las 8 y las 10.25 del 21 de diciembre del 2012", Miguel Rodríguez León "falleció por un shock hipovolémico secundario a múltiples heridas por arma blanca localizadas en zona precordial que penetraron en cavidad torácica interesando pulmón izquierdo y corazón". "Al mismo tiempo del fallecimiento -añade el fiscal- se produjo un incendio como consecuencia de la ignición de una bolsa de butano mezclado con aire, que había sido liberado previamente.

El caso ha llegado a la sección tercera de la Audiencia Provincial por un delito de asesinato con agravante de parentesco y se pide, por parte de la acusación particular, una pena de más de 20 años, además de pena de destierro, orden de alejamiento, privación de la patria potestad de la hermana del fallecido e indemnización para la madre y hermana. De momento, la sección tercera de la Audiencia Provincial no ha fijado fecha para el juicio.

El tío del joven fallecido, Santiago León, ha declarado a este periódico que “ha llegado el momento de que se haga justicia, nosotros nunca hemos tenido duda de que había sido un homicidio”, añadiendo que “mi sobrino tenía 17 puñaladas, un golpe en la cabeza y le metieron fuego” y señala que “nadie sabe lo que es 9 años luchando por hacer justicia”. Al preguntarle por la madre del joven, Carmen León, manifiesta que “mi hermana celebra llegar a este punto, es la primera interesada en que se haga justicia, llevamos 9 años esperando este momento, estamos hablando de la muerte violenta de un inocente, tenía 19 años”.

El caso ha llegado a la Audiencia Provincial de Córdoba tras casi una década donde se ha archivado y vuelto a abrir. León precisa que “hemos pasado muchas vicisitudes en Posadas, hemos recurrido a la Audiencia Provincial de Córdoba, instancia superior, hasta que al final se ha considerado que se tiene que juzgar al padre por un presunto delito de homicidio con jurado popular”. Precisa que aún no hay fecha y que se tiene que constituir el jurado popular.

Tras descubrirse el cuerpo sin vida del joven se barajó la posibilidad de un suicidio, también se habló de un accidente. La familia esgrimía que la muerte había sido de origen violento y acudía a informes forenses que dictaminaban lesiones vitales por arma blanca y traumatismo craneoencefálico. Así lo ponían de manifiesto en septiembre del 2015 cuando la madre manifestaba no tener dudas en que su hijo fue asesinado y pedía justicia para que “el caso no quede impune”.

En octubre del 2015, la familia materna convocaba una concentración en Palma del Río, encabezada por una pancarta donde se leía "¡Justicia para Miguelito ¡ya!'. Entonces Carmen León manifestaba que “solo pido justicia para mi hijo, voy a sacar fuerzas para llegar al final y que se esclarezcan los hechos”, añadiendo que “hemos perdido la paciencia, hemos llegado al límite”. La madre insistía en que desde el principio no estuvieron de acuerdo con que se calificara el suceso como un accidente o un suicidio, lamentando que “en el informe forense se vio bien claro que fue un homicidio”