El llamado puente Mocarra o Marimiguel, en Espiel, enclavado en un paraje natural espectacular que atrae a muchos senderistas, continúa su deterioro ante la indiferencia de las administraciones, que de momento hacen oídos sordos a las instancias, cartas y documentos que un grupo de 124 vecinos de Espiel viene enviando para buscar su rehabilitación, tanto para mantener un enclave histórico como por el peligro que supone para los visitantes. «Pensamos que es desidia, dejadez o que importa poco la pérdida de un puente histórico de la Mesta», asegura en una carta el colectivo, liderado por José Soriano.

«Hasta ahora y después de muchos intentos para conseguirlo, solo hemos obtenido una actitud positiva de la junta de Gobierno del Ayuntamiento de Espiel, enviando documentación y las quejas de los vecinos a los organismos oficiales responsables de la rehabilitación del puente», asegura Soriano. Este Ayuntamiento no tiene jurisdicción sobre esos terrenos por ser propiedad de Ganadería Pesca y Alimentación de la Junta, «con lo cual tiene limitada la petición de una subvención, aunque sería posible intentarlo», asegura.

Cuenta Soriano que en los años 70 se construyó un nuevo puente, aguas abajo del Arroyo de los Molinos, y para realizar la obra fue necesario utilizar el puente Mocarra para el paso de maquinaria. Como la maquinaria pesada no cabía por el puente, hubo que derribar el pretil para facilitar el paso de las maquinas, «y aún se ven los restos del pretil en el arroyo».

Para realizar esta obra tuvo que autorizar la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dicen, por lo que a este organismo se le pide por una instancia que cumpla el compromiso que dio el delegado, de palabra, de desbrozar el arroyo. La Consejería de Agricultura de la Junta, a una instancia firmada por 124 espeleños, tampoco les contesta, ni la Diputación.