El temor a que sus casas se vuelvan a inundar con aguas fecales, como ya ocurriera el pasado 5 de junio y el día 22 de septiembre tras las dos trombas de agua caídas en Pozoblanco este verano, han llevado a un grupo de vecinos de la calle Sevilla a pedir al Ayuntamiento una solución. En un escrito registrado en el Consistorio, relatan cómo sus domicilios se vieron afectados por inundaciones de aguas fecales. Cuentan que el agua entró en sus casas por las rejillas de los patios a modo de fuente y, en algunos casos, por los inodoros y platos de ducha. Según afirman, alguno de los afectados vio cómo el agua llegó a una altura de más de 40 centímetros, inutilizando todo lo que encontraba a su paso.

En su escrito exponen que el alcantarillado general de las calles es incapaz de eliminar el agua, provocando la entrada de esta en las viviendas. Aseguran que la mayor parte de los vecinos llevan más de veinte años viviendo en esta zona y jamás se han visto afectados de tal manera, incluso en época de fuertes lluvias.

Los vecinos creen que las últimas remodelaciones, o bien las deficiencias en el alcantarillado general, son lo que provocan los «lamentables desperfectos que sufrimos cada vez que llueve». Por este motivo, han solicitado al Ayuntamiento que les dé una solución inmediata a este grave problema que, dicen, les afecta tanto económica como psíquicamente.

Las fuertes lluvias registradas este verano provocaron inundaciones en distintos lugares del municipio. La tromba caída el 5 de junio provocó numerosas llamadas a bomberos y Policía Local de afectados en viviendas y locales. Las fuertes lluvias causaron que los imbornales de las alcantarillas de la calle Real y otras del entorno del mercado de abastos saltaran, con la consiguiente salida de agua y la anegación de estas calles. También resultaron afectadas huertas y explotaciones ganaderas. La que tuvo lugar el pasado 22 de septiembre provocó que se vivieran situaciones parecidas. En ambos casos los vecinos de la calle Sevilla padecieron, además de las inundaciones, la desagradable situación que originó que el agua que anegaba sus domicilios contuviera residuos fecales, algo que piden no se vuelva a repetir.