Castro del Río se prepara ya para recibir, en los primeros días de la nueva normalidad, a los miles de visitantes que se darán cita en el municipio del Guadajoz para visitar la decimotercera edición de la feria de la artesanía Ars Olea, que, tras un año de pausa (la edición anterior se limitó a unas jornadas) por la pandemia, vuelve a celebrarse este año entre los días 8 y 10 de octubre, durante los cuales se extremarán las medidas de seguridad y se tendrá como ejemplo la “no feria real” que se ha desarrollado recientemente con toda normalidad.

Según han informado este lunes el alcalde del municipio, Julio Criado, y la concejala de Turismo, Ana Rosa, el evento espera recibir a una treintena de artesanos tanto de Castro del Río, como todas las zonas artesanas de Andalucía. Este año el certamen contará con la participación especial de creadores de Castilla La Mancha, fruto de la negociación mantenida entre el Ayuntamiento y la el gobierno autónomo de la comunidad manchega.

El alcalde ha defendido la singularidad de una feria para cuya celebración se cierra al tráfico rodado durante varios días el barrio más emblemático e histórico de Castro, como es la Villa, donde, según ha explicado el regidor, los vecinos juegan un papel muy importante porque se vuelcan en engalanar y embellecer cada uno de los rincones de la zona. Al respecto, el presidente de los artesanos castreños, Mariano Bracero, ha señalado que el barrio en sí mismo es una muestra de artesanía, pues de las rejas de las ventanas a los pilares y estructuras arquitectónicas de los edificios son singulares.

El otro gran punto diferenciador de la feria es el trabajo decidido por la puesta en valor de la actividad artesana por antonomasia de Castro, como es la de la madera de olivo y sus muchas posibilidades. Por otro lado, también pretende servir Ars Olea para difundir otros aspectos de interés de la localidad, como la gastronomía y la historia que atesora el municipio. Además, tanto la concejala como el alcalde han puesto de manifiesto la necesidad de seguir trabajando por el mantenimiento y la promoción de las actividades artesanas porque pueden contribuir a dinamizar económicamente la localidad y contribuir, atrayendo a los jóvenes, a combatir el despoblamiento

La Feria, organizada por el Ayuntamiento y la asociación local de artesanos del olivo, tiene un presupuesto de 35.000 euros, y cuenta con el patrocinio del Instituto Provincial de Desarrollo Económico de la Diputación (Iprodeco), la Fundación Cajasol y la Caja Rural de Baena.

Durante los días que dura la feria se podrán presenciar, además de los expositores propiamente dichos, actividades para todas las edades que van desde las degustaciones y catas de los productos de empresas locales como las de marisco, bacalao, vino o aceites; hasta talleres diversos para los menores y el homenaje al artesano de honor, que este año será Juan Ruiz, un profundo conocedor la actividad con la madera de olivo.