Desde este sábado, y durante todos los fines de semana y festivos hasta el próximo mes de enero, se abre al visitante el complejo industrial de La Alianza en Puente Genil. Los espacios a los que se podrá acceder son la planta baja de la fábrica de harinas construida por Lemoniez, donde se encuentra una exposición sobre la luz eléctrica; el nuevo jardín de La Alianza, desde el que se puede disfrutar de una espectacular vista del puente; y una pequeña sala donde se ubica una maqueta de grandes dimensiones sobre el Puente Genil industrial de los años sesenta.

La Alianza inició su recorrido histórico en el siglo XV como aceña para moler pan propiedad del marqués de Priego. A lo largo del tiempo sufriría distintas modificaciones que la convertirían en fábrica de harinas y de hidroelectricidad. Hoy día es un referente del patrimonio industrial andaluz por sus características arquitectónicas, etnológicas y paisajísticas.

Como complemento a su apertura, las delegaciones municipales de Turismo y de Arqueología y Patrimonio Histórico han previsto la realización de visitas guiadas todos los domingos a las 13.00 horas para difundir y dar a conocer los valores seculares del complejo. Esta apertura proporciona una nueva visión del entorno del río y del patrimonio asociado al mismo, y una oportunidad para su uso y para el disfrute por parte de la ciudadanía.

La Junta de Andalucía quiere impulsar este complejo iniciando los trámites de incoación del expediente para su declaración como BIC.

El nuevo jardín junto a La Alianza

Para su apertura ha hecho falta una inversión de 41.000 euros financiados en su mayoría con aportación municipal, aunque dentro de esa cuantía el Consistorio también ha recibido 15.000 euros de la Diputación de Córdoba a través de una subvención para la conservación del patrimonio.

Para hacerla visitable, se ha rehabilitado la arcada que da paso al paseo del río permitiendo acceder a la zona más recreativa y también se ha intervenido en una nave situada en el patio del complejo, que queda como mirador sobre el río, donde se ha colocado una maqueta de la localidad.

Imagen del jardín del complejo pontanés La Alianza. D.N.R.

Además, se ha aprovechado el 70% del pavimento y del material que tenía de forma originaria y también se ha cambiado la cubierta, la puerta de acceso y se han realizado trabajos de carpintería metálica. De esta forma, ha señalado el alcalde, Esteban Morales, se pretende “atraer las visitas a esta zona patrimonial, dar un impulso al barrio de La Isla, que necesita de esas visitas, y poner en valor uno de los espacios más emblemáticos de Puente Genil”.

Vamos a continuar con la rehabilitación del edificio principal y estamos trabajando en la actualización del proyecto de rehabilitación de las aceñas que Tragsa redactó en el 2011”, ha asegurado Morales, quien califica La Alianza como uno de los edificios más singulares de Puente Genil.

El alcalde también ha puesto de manifiesto que se ha pedido autorización a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para eliminar la isla y ganar la visibilidad que requiere la zona, de forma que el río llegue al borde del edificio y que “mejoremos uno de los problemas que se han venido acrecentando en los últimos meses, como es el de los malos olores, con las intervenciones en Río de Oro y en el aliviadero de La Alianza, aunque, no obstante, para ello necesitamos de la autorización de la familia que tiene la propiedad de la isla”.

Exposición que se puede ver en el interior. D.N.R.

Historia

El complejo industrial de La Alianza, que se puede visitar en horario de 10.00 a 14.00 horas, nace como resultado de la fusión de la Fábrica de Harinas San Cristóbal y la Sociedad Eléctrica La Aurora, un complejo fabril situado en un lugar emblemático del casco histórico que hunde sus raíces en la Edad Media, vinculado, sin duda alguna, a los momentos iniciales y a la fundación del Pontón de Don Gonzalo.

El conjunto se sitúa en la margen izquierda del río Genil a su paso por Puente Genil. Se localiza junto al paseo de la plaza Nacional, o paseo del Malecón, importante centro de encuentro de los pontaneses en el siglo XIX, al que confluye una de las principales arterias de la ciudad, la calle de Don Gonzalo. Este paseo se extiende a lo largo de 100 metros desde el puente de Miragenil y da acceso a la fábrica, situada en la calle Río de Oro número 2, antigua calle Manuel Varo. Su privilegiada localización ha hecho de este conjunto icono de la floreciente y prolífera industrialización que experimentó la localidad desde finales del siglo XIX hasta el primer cuarto del siglo XX, centrado en la industria agroalimentaria.