La intervención en las termas orientales de Torreparedones ha sacado a la luz el área de servicio donde estaban los hornos. El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, explica que en los trabajos de consolidación que se llevan a cabo, concretamente durante la consolidación del muro, se ha constatado la zona de los hornos que alimentaban la sala caliente, el caldarium, «todo esto ayuda para entender mejor el edificio». José Manuel Reyes, responsable de la intervención, señala que las termas es un «inmueble excepcional» por la altura que conserva con muros que alcanzan los tres metros y «estamos acometiendo la consolidación, desde lo más pequeño a lo más grande, desde las teselas a la restitución de elementos originales de la sala caliente». Añade que el inmueble presenta muchos retos, «esta potencialidad que presenta al tener esa altura es fruto de la situación en la que está», enclavado en una ladera, por lo que en cuanto se ha ido acometiendo la excavación de los espacios que rodean las termas «hemos podido constatar que hay una sala anexa que presenta mucha altura».

La intervención de las termas orientales se inició el pasado mes de noviembre, pero las «circunstancias» cambiaron el proyecto original y «hemos tardado un tiempo en ponernos de acuerdo con la empresa contratistas» porque hizo falta un modificado. Sobre la fecha de finalización de esta intervención, dijo que hay que cumplir los plazos y la fecha prevista tiene que ser final de año. José Antonio Morena explica que actualmente se llevan a cabo en las termas dos fases de intervención porque no se ha terminado la primera fase del Lidera y también la del 1,5% cultural.

Visita realizada ayer a Torreparedones para dar a conocer los últimos hallazgos.

La primera fase es de consolidación y la segunda de anastilosis del edificio y de la cubierta. Destaca que este será el primer sector del yacimiento que se cubra, «se debe a la altura de los muros que realmente lo piden porque corremos el peligro de que se venga abajo una parte del conjunto». Añade que en la anterior excavación quedó pendiente la zona de los muros por motivos de seguridad y es ahí donde se han dado novedades como la zona de área de servicio donde estaban los hornos, un espacio que se suponía que estaba para «alimentar el caldarium» pero que no había salido hasta ahora.

Javier Vacas, concejal de Cultura, añadió que la inversión en las termas entre las dos actuaciones para consolidar y poner en valor este espacio es de unos 600.000 euros. En su visita, el también segundo teniente de alcalde indicó que actualmente se trabaja en la zona del foro y del castillo a través de la subvención del 1,5% cultural que el Ministerio de Fomento concedió. Un total de 1.227.000 euros, con una aportación municipal de 306.000 euros, y que «creemos que era necesario para poder poner en valor y salvar algunas deficiencias de los restos arqueológicos que en un espacio a la intemperie sufren con las inclemencias del tiempo». Además, informó que se está terminando la intervención en la Casa del Panadero y sobre las termas resaltó que una vez que se consoliden, se empezarán a cubrir para protegerlas.

Vacas afirmó que el equipo de gobierno está «apostando de una manera firme y consciente» por consolidar y dar más valor al yacimiento de Torreparedones, «la joya de la corona». Añadió que apostar por este tipo de recursos es «algo positivo» para el desarrollo de la economía local. «Proteger, conservar y poner en valor los restos arqueológicos es una forma de trasladarlos a las generaciones futuras y de poner en conocimiento de ellas la riqueza del patrimonio cultural que tenemos en Baena».

Las termas orientales ocupan aproximadamente unos 500 metros y poseen muros que alcanzan los tres metros, hasta la cornisa donde arrancaban el tejado y los pavimentos de baldosas de mármol. Está considerado uno de los edificios de este tipo mejor conservados de Andalucía.