El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Montilla valora «limitar» la celebración de la próxima Fiesta de la Vendimia a «aquellos actos que puedan desarrollarse con todas las garantías» ante la alta incidencia de coronavirus que registra el municipio desde hace varias semanas.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, reconoció que el equipo de gobierno «está valorando suspender la verbena» que tradicionalmente se desarrolla en la barriada de El Gran Capitán.
«La decisión se tomará en función de los datos de los que disponemos y, también, teniendo en cuenta el sector de la población al que van dirigidas las actividades».
En ese sentido, el primer edil avanzó que el Ayuntamiento pretende designar un capataz de honor de la fiesta, «un acto simbólico que se puede hacer con garantías» y que podría retornar hasta la bodega de la Casa del Inca.
«También se está valorando la suspensión de la verbena, pero ahora mismo se están estudiando todas y cada una de las posibilidades», adelantó Llamas.
De este modo, de hacerse efectiva la suspensión de la verbena, la Fiesta de la Vendimia vería mermada su programación por segundo año consecutivo, como consecuencia de las limitaciones derivadas de la crisis sanitaria por coronavirus. No obstante, «el objetivo del Ayuntamiento es que no se prive de contenido esta fiesta declarada de Interés Turístico».
El pasado año, el alhorí del castillo acogió el nombramiento del capataz de honor, título que recayó en los profesionales de Atención Primaria de Montilla, además de la tradicional pisa de la uva, cuyo mosto fue ofrecido posteriormente a la Virgen de las Viñas en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
La Fiesta de la Vendimia está organizada por el Ayuntamiento de Montilla y por la hermandad de Nuestra Señora de las Viñas, patrona del Noble Gremio de la Vid y el Vino, en colaboración con el consejo regulador de la zona Montilla-Moriles.
La fiesta tiene su origen en la Feria Real de Belén y fue concedida en virtud de una instancia dirigida al Consejo Real por Fermín Antonio Lumbreras en nombre de Francisco Rioboó y del procurador general José Matías de Luque.
