El portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, visitó ayer Lucena, junto al diputado de Vox por Córdoba, Alejandro Hernández, donde pudo conocer las demandas del sector del mueble, un importante pilar en la economía lucentina.

¿Apenas lleva dos meses como portavoz parlamentario, ¿qué papel está jugando Vox en el Parlamento andaluz?

El de la responsabilidad. No en vano, Vox ha sido la clave que ha permitido el cambio político en Andalucía durante casi cuarenta años. Sin la confianza de cientos de miles de andaluces que respaldaron el proyecto que represento en este Parlamento de Andalucia, no se habría producido el tan ansiado cambio de Gobierno en Andalucía. Esa responsabilidad se ha traducido en un acuerdo de investidura y en tres presupuestos, la principal herramienta con la que cuenta el Gobierno para llevar a cabo el cambio de las políticas socialistas que tanto daño han provocado en Andalucía.

¿Ve fuerte al Gobierno de Juanma Moreno? ¿Cree que debería adelantar las elecciones en Andalucía?

No, en absoluto. Veo un Gobierno en absoluta debilidad y al borde de la ruptura. Tenemos un Gobierno de coalición, en minoría, compuesto por dos formaciones políticas, una de ellas, Ciudadanos, en la recta final de un proceso de descomposición, desapareciendo a marchas forzadas del panorama político español y entregando instituciones, como el Ayuntamiento de Granada, al PSOE, sin importarle que el alcalde al que han apoyado se encuentre imputado por la Justicia. Causa vergüenza ajena observar el sainete de los cargos públicos de Ciudadanos desesperados ante el irremediable hundimiento del partido. Y eso, por mucho que se quieran engañar Juan Manuel Moreno y Juan Marín, por mucho que hayan intentado encapsular al Gobierno, ha minado la confianza entre ambas formaciones políticas y está afectando a la estabilidad del Gobierno. El PSOE sólo necesita el apoyo de cinco parlamentarios andaluces de Cs para presentar una moción de censura que saldría adelante, y no hablo de política-ficción. En Vox no queremos que regrese el socialismo corrupto, sectario y clientelar y haremos todo lo que esté en nuestra mano para impedirlo desde el Parlamento. Por tanto, si, consideramos que el presidente debería adelantar las elecciones para evitar que regrese el socialismo a esta tierra que, desde luego, merece una oportunidad.

¿Qué condiciones pondrá al Gobierno andaluz para apoyar los presupuestos?

Para empezar, que cumpla con lo acordado en los anteriores. No tiene sentido sentarse a negociar un nuevo presupuesto cuando no se ha cumplido con los anteriores.

Vox ha presentado su Ley de Concordia entre españoles y pide derogar la Ley de Memoria Democrática. ¿qué plantea?

Buscamos con esta ley recuperar el espíritu de concordia que permitió la reconciliación entre españoles y acabar con el sectarismo de la Ley de Memoria Histórica que promueve el odio y el enfrentamiento entre españoles. Desde Vox consideramos que ha llegado el momento de reconocer a todos los españoles que, independientemente del bando en el que combatiesen y las ideas que defendiesen, lo hicieron con el propósito de dejar a futuras generaciones una España mejor. Por ello, y tras cuarenta años de democracia, se hace necesario dejar a un lado la división de las víctimas y los españoles en buenos y malos, vencedores o vencidos y recuperar el espíritu de reconciliación nacional. Estamos convencidos en que debemos avanzar nuevamente unidos, recuperando ese espíritu que trajo la reconciliación a los españoles y cerrando este triste paréntesis en la historia de nuestra democracia.

Respecto a la inmigración irregular, ¿cuál es el acuerdo que tiene su partido con el PP? ¿Cree que se está cumpliendo?

Nuestro acuerdo con el PP, reflejado en el acuerdo de investidura del presidente Moreno contempla algo tan sencillo como el cumplimiento de la legislación vigente. Es curioso que, en este problema de la inmigración ilegal, lo políticamente correcto sea defender la ilegalidad. Tenemos el compromiso del Gobierno de Andalucía de evitar aquellas decisiones que puedan favorecer un ‘efecto llamada’, cuestión que por cierto se saltó a la torera la consejera Rocío Ruiz cuando afirmó en el Parlamento que Andalucía recibiría con los brazos abiertos a los menores no acompañados que invadieron Ceuta en la reciente crisis. Y eso, cuando los padres de esos menores reclamaban su regreso tras la frontera. Por tanto, creemos que no se está cumpliendo esa parte del acuerdo y es gravísimo porque así no se combate a las mafias que trafican con personas.

Algunas comunidades del PP se niegan a cumplir algunos puntos de la Ley Celáa de educación, ¿qué debería hacer Andalucía?

Nosotros trabajamos para que las competencias en Educación sean devueltas al Estado, al igual que las competencias en Justicia o Sanidad. No tiene sentido 17 modelos distintos que solo han conducido a las desigualdades, enfrentamientos, adoctrinamiento en las aulas y lo que es peor, la pérdida de oportunidades para nuestros jóvenes. En Vox estamos especialmente sensibilizados con la Educación y estamos muy orgullosos de haber conseguido eliminar, por ejemplo, el lenguaje inclusivo en los libros de texto. En cuanto a la Ley Celáa, nos encontramos con la más sectaria y la más peligrosa porque consagra todos los dogmas de la ideología progre con absurdas teorías de género de espaldas al sentido común más elemental e incluso a la ciencia. Además, no garantiza que el español sea la lengua vehicular en todo el país, recorta alarmantemente la libertad de los padres para elegir la mejor educación para sus hijos y ataca a la educación especial. Con todo, tenemos meridianamente claro que en cuanto los españoles nos den la fuerza suficiente, derogaremos esta ley.

¿Qué papel está cumpliendo Vox en ayuntamientos como el de Córdoba?

La política municipal es importante para Vox y no la descuidamos. Es la administración más cercana a los españoles y tiene una vital importancia. Nuestro papel, en este primer mandato, es el de llevar los criterios de racionalidad para evitar los gastos superfluos. En Córdoba tenemos una especial responsabilidad que gestionamos de manera satisfactoria pero con dificultades. Luchar en solitario contra el consenso progre requiere de una especial atención y dedicación, y en ello estamos.