El popular Fernando Priego Chacón gobierna Cabra desde el 2011 y desde el 2019, con 14 de los 21 ediles de la Corporación, revalidando la mayoría absoluta conseguida en el 2015.

-¿Cómo valora el trabajo realizado en estos dos últimos años?

-La situación que nos ha tocado vivir con la pandemia ha afectado a todos los órdenes de nuestra vida y por tanto también a la gestión de nuestro Ayuntamiento. Durante esta primera mitad del mandato tan solo hemos podido gobernar en una situación de necesidad durante 8 meses. Durante los últimos 15 meses hemos tenido que gestionar condicionados por la pandemia. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades no hemos parado de trabajar en diferentes e importantísimos proyectos que Cabra llevaba años demandando y que ya están viendo la luz. Además, hemos conseguido alcanzar acuerdos, mediante el diálogo y el consenso, para proteger a las personas más vulnerables y para apoyar a nuestras pequeñas y medianas empresas. Un tiempo difícil pero al que hemos dado respuesta con planes y programas extraordinarios muy ambiciosos.

-¿En qué ha mejorado la situación de la ciudad desde el 2011?

-El balance de estos últimos 10 años, desde que entramos a gobernar es positivo, aunque no caemos en triunfalismos porque quedan aún muchos proyectos ya encaminados por terminar y otros por llegar. Pero hoy, Cabra tiene menos parados que cuando llegamos al gobierno y más afiliados en alta a la Seguridad Social. A pesar de las dificultades hemos conseguido alcanzar un récord histórico de autónomos en nuestra ciudad, nos hemos convertido en el municipio más solícito de la provincia, hemos multiplicado las ayudas al desarrollo local y al empleo, hemos saneado las cuentas municipales y no hemos subido los impuestos. Se han mejorado todos y cada uno de nuestros barrios y aldeas y se prestan de forma eficiente más y mejores servicios públicos. Queda mucho por hacer, pero el balance es positivo. 

-La crisis del coronavirus ha condicionado mucho la gestión. ¿Ha sido esto lo más difícil?

- Sin lugar a dudas la pandemia condicionó toda la gestión. A nosotros nos ha tocado gobernar en momentos muy difíciles, primero la crisis económica anterior y sacar de la quiebra a nuestro Ayuntamiento y ahora esta maldita pandemia. Comparando ambas crisis, ésta última, de largo, ha sido mucho más dura. La anterior fue económica, ésta lo es también sanitaria. Ha sido muy duro tener que despedir a vecinos que hoy deberían seguir viviendo entre nosotros, han habido momentos de máxima tensión y preocupación en los diferentes picos de la enfermedad, pero creo que el Ayuntamiento ha estado a la altura. Modificamos el presupuesto del 2020, hubo cosas que tuvimos que dejar de hacer para volcarnos en ayudar a los que lo necesitaban y hemos tenido que desarrollar planes y programas que nos ayuden a salir adelante, alguno de ellos histórico como el plan Juntos Conquistando el Futuro, con más de 24 millones de euros de dotación económica para protección social, desarrollo de la economía local e inversiones públicas.

-¿Una de sus preocupaciones es el desarrollo económico y la generación de empleo junto a las políticas sociales. ¿Se ha reforzado en estos dos años?

-Las políticas sociales y las de desarrollo económico se han potenciado absolutamente. Lo prometí cuando llegué a la Alcaldía, a pesar de las dificultades económicas, no aprobaríamos ningún recorte social ni ningún recorte en políticas de impulso económico para la ciudad. Las cifras cantan por sí solas, cuando llegamos al gobierno se destinaban unos 70.000 euros al año para políticas de ayudas de protección social y hoy son más de 300.000 euros. Y para las ayudas a pymes cuando llegamos al gobierno se destinaban 30.000 euros y este año se van a destinar 600.000 euros.

-Hasta que llegue el año 2023, serán una veintena de proyectos con una inversión superior a los 24 millones de euros, a realizar en la ciudad. Si tuviese que destacar tres, ¿cuáles serían?

-Es un programa muy ambicioso que cuenta con la colaboración del resto de administraciones del Estado. El plan Juntos Conquistando el Futuro va a transformar nuestra ciudad, va a dar respuesta a grandes inversiones que Cabra llevaba esperando muchos años, pero también a otros proyectos muy necesarios para el día a día de nuestros vecinos y que no son tan llamativos. Más de 25 proyectos de futuro entre los que se encuentran, el río Cabra, la muralla de la Villa, el proyecto de la autovía, el nuevo parking o nuevas infraestructuras de turismo y ocio.

-Aparte de esos proyectos, ¿cuáles serían los grandes proyectos que aún quedan pendientes?

-Pues quedan muchas cosas por hacer, tenemos aún muchos proyectos en la cartera de trabajo y muchas ganas e ilusión de realzarlos. Uno de los más importantes es convertir definitivamente a Cabra en una Ciudad Universitaria, un primer tramo de la ronda norte o el recinto ferial.

-Anunciaba hace unos días gestiones para ubicar en la ciudad una Facultad de Fisioterapia ¿Realmente cree que se va a conseguir?

-Tengo mucha ilusión y mucha esperanza en que salga bien. Llevamos muchos años trabajando y creo que hemos dado un paso definitivo. Pero es cierto que aún no está conseguido y por lo tanto no quiero lanzar las campanas al vuelo y crear una esperanza que acabe en frustración. Pero sí, soy optimista y creo que lo conseguiremos.

-Las arcas municipales están prácticamente saneadas ¿Se afronta la gestión de una manera más tranquila al dedicar el superávit a actuaciones que hasta entonces no podían acometerse? 

-Totalmente. Cuando llegamos al gobierno en el 2011 no se podían pagar las facturas, teníamos un remanente de tesorería negativo de más de 5 millones de euros, teníamos avisos de corte de luz por impagos, no nos suministraban gasoil para las calderas de los colegios o el crematorio, tardábamos en pagar más de 18 meses nuestras facturas, un auténtico desastre. Ahora tenemos remanente positivo que podemos poner a disposición de nuestros vecinos en estos momentos difíciles para hacer inversiones y para dar ayudas sociales a quienes lo necesitan. Todo lo hecho está pagado, nuestras facturas se pagan en menos de 15 días y lo hemos hecho sin subir los impuestos en la última década.