Dando un paseo nos encontramos con María del Valle Rebollo, para la que «estamos más tranquilos porque está en marcha la vacunación». Con ella está su amiga Sonia Paredes, de la churrería La Rosca, que en estos momentos se encuentra «mucho más relajada. Hemos empezado las actividades deportivas - yo practico pilates-, pero no debemos descuidarnos, ni bajar la guardia, porque el virus está ahí».

Carmen Pérez y Mari García, con sus perros. EVA M. HERAS

En La Granjuela hay dos bares. Yolanda Monterroso regenta el bar Córdoba y espera «que el verano se presente bien. Sí que es verdad que hay mucha gente que tiene miedo. Nosotros, por suerte, trabajamos con clientes de Córdoba y de fuera de la provincia, como Badajoz, y cuando la gente llega a un sitio como aquí, en el que se cumplen las normas, intentan hacerlo también, lo tengo comprobado», aunque «a veces piensan que por venir a un pueblo pequeño están libres de todo, y entonces hay que pedirles que no se relajen». No es el caso de sus paisanos que volvieron el pasado verano: «Vino mucha gente, pero con muchísima precaución; cuando llegaban se quedaban en casa cuatro o cinco días».

Manuel Castillejo dirige el bar Madrid 77 y desea «que la gente esté tranquila, que venga con más ilusión y que puedan venir a ver a sus familias», ya que «aunque no tengamos las fiestas este, el año que viene las cogeremos con más ganas». Interrumpimos la partida de bingo de un grupo de personas - todas ya vacunadas, al menos, con una dosis- que pertenecen a la Asociación de Mayores La Granjuela, cuyo presidente, Francisco Murillo, afirma que «en el pueblo se está teniendo bastante cuidado, la gente lo está haciendo bastante bien» y recuerda que «antes no salíamos y ahora podemos reunirnos aquí; también se está haciendo gimnasia y poco más, porque tampoco hacemos muchas más cosas». Por su parte, Carmen Pérez subraya que «tengo muchas ganas de darle un abrazo a mi gente y besos, muchos besos, lo necesito porque deprime, entristece mucho no poder hacerlo» y, para Mari García, «lo más duro es que tengo a mi hijo y mi nieto en Peñarroya y ya vienen, pero he echado de menos besarlos y abrazarlos».

Yolanda Monterroso, gerente del bar Córdoba. EVA M. HERAS

El alcalde de La Granjuela, Maximiano Izquierdo, coincide con sus vecinos en que «es el resultado del trabajo conjunto de la ciudadanía, del Ayuntamiento, su personal y los agentes sanitarios, tanto los de la población, como los del distrito de Peñarroya». Subraya que «siempre hemos mandado el mensaje de extremar la prudencia, no realizar celebraciones para no hacer efecto llamada con eventos ni nada»