Pasaban seis minutos de las seis de la mañana de este domingo cuando la imagen de la Virgen de Luna asomaba por las puertas de la iglesia de Santa Catalina de Pozoblanco a hombros de un grupo de porteadores para partir hacia su santuario en la Jara. Tras suspender la romería de llevada y a pesar de la discreción de la cofradía sobre el horario previsto para la partida con el objetivo de evitar aglomeraciones que pudieran provocar contagios por coronavirus , algo más de medio centenar de personas se concentraron en la plaza de la Iglesia para despedir a la imagen.

La fina lluvia que en esos momentos caía provocó la decisión de retrasar unos minutos la marcha para ver si escampaba, sin embargo, sobre las seis y veinte de la mañana se decidió iniciar el camino. La imagen no tardó en ser protegida con un plástico para evitar su deterioro y así recorrió la mayor parte del camino hasta que la despojaron del «chubasquero» para hacer su entrada en su santuario pasadas las diez de la mañana. Allí la esperaba un grupo de devotos, algunos la habían acompañado todo el recorrido. 

El sábado por la noche, para culminar los actos religiosos que la semana pasada se llevaron a cabo para despedirla, al término de la eucaristía, el alcalde y el párroco de Santa Catalina le retiraron el bastón de alcaldesa y los sagrarios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, respectivamente. Mañana lunes la imagen llega a Villanueva de Córdoba.