La asociación en Defensa del Patrimonio Histórico de Palma del Río, Saxoférreo, ha planteado, ante la oferta de cesión de uso por un plazo no inferior a 30 años de la ermita del Buen Suceso, que se aclare la propiedad del inmueble y se investigue la evolución histórica del monumento. Saxoférreo señala que en el listado de bienes inmatriculados por la Iglesia en todo el estado español aparece esta ermita, que está desafectada del uso eclesiástico desde 1936.

El colectivo precisa que «la aceptación por parte del Ayuntamiento de dicha cesión podría ser entendido como una confirmación de la propiedad de la Iglesia sobre dicho espacio», añadiendo que es «algo que no está comprobado documentalmente». En esta línea argumental, indican que la primera cuestión que debería abordarse es la naturaleza de la propiedad de este inmueble.

Saxoférreo plantea, si el monumento es asumido por el Ayuntamiento, que se acometa un ambicioso proyecto de restauración y puesta en valor del monumento. Afirma que la capilla debe ser objeto de un proyecto de investigación y restauración que profundice en su origen mediante investigación arqueológica y documental. Apunta la puesta en valor de las partes más deterioradas del monumento, como las estructuras, portadas, cúpula, habitaciones interiores y las «interesantes pinturas murales que se adivinan en la cúpula tras el desprendimiento de capas de cal». En el panel informativo instalado en la fachada de la ermita, que se encuentra en el centro de la ciudad, se lee que la pequeña iglesia barroca se levantó en la primera mitad del siglo XVIII, también se destaca que la cúpula aparece profusamente decorada con motivos vegetales pintados y las pechinas con pinturas alusivas al escudo de Palma. Igualmente, que la nave de la iglesia está cubierta por bóveda con lunetas que conserva una interesante pintura naval conmemorativa, y se indica que su creación pudo ser posiblemente conmemorativa a un suceso naval extraordinario, «un barco salvado milagrosamente de la tempestad». Saxoférreo también precisa la aparición de unos angelotes.

Por último, defienden que se acuerde un uso cultural y que se podría comunicar con el espacio expositivo dedicado a El Cordobés, para crear un área cultural amplia «en una zona que demanda espacios culturales».