Francisco Núñez de Prado ha fallecido en la madrugada de este 8 de diciembre en su casa de Baena a los 78 años de edad. Un hombre pionero en el mundo del olivar que llevó el nombre de Baena por todo el mundo gracias a su labor en la empresa familiar Núñez de Prado.

Además, consiguió el reconocimiento de su pueblo cuando fue nombrado hijo predilecto. Fue en el año 2018 cuando el Pleno de la Corporación, a petición del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Baena, acordó nombrar hijo predilecto de la ciudad a Francisco Iván Núñez de Prado, "dedicado de una forma u otra al olivar y al aceite toda su vida".

A principios de los años 80, tras finalizar su etapa de acceso al cuerpo diplomático del Reino de España, regresó a Baena y su «nueva forma de sentir el significado del olivo y su importancia» le llevó a implicarse de forma decidida en el impulso y desarrollo de la Denominación de Origen y desde el año 1997 al 2016 se situó en la primera línea de la dirección del Consejo Regulador, donde estuvo ocho años como vicepresidente y 11 de presidente.

Un amplio periodo que estuvo marcado por un fuerte apoyo institucional y científico al consumo del aceite de oliva, en el que la certificación de los productos locales por excelencia, así como la apuesta incondicional para garantizar la calidad en los mercados internacionales, se mostró como el principal reto de cara a la actual regulación del mercado mundial.

La misa de córpore insepulto tendrá lugar este miércoles 9 de diciembre a las diez de la mañana en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Baena.