Torreparedones se convierte de nuevo en un yacimiento puntero, según los arqueólogos. La delegada de Cultura de la Junta, Cristina Casanueva, ha visitado el yacimiento de Baena para observar y conocer los nuevos hallazgos, y de manera especial, los exvotos zoomorfos que confirman la existencia de un santuario de culto al caballo.

Recuerda que el descubrimiento se hizo por una cuestión de urgencia para evitar el expolio y el resultado ha sido inesperado y muy beneficioso para todo el mundo «por la calidad de las piezas y por la importancia que las mismas tienen». Junto con el arqueólogo inspector de Cultura, Alejandro Ibáñez, quería conocer las piezas porque aunque hay otras similares en la provincia «comprobándolo no son de la misma calidad ni tenían la facilidad de fecharlo como en este caso». Por lo que de algo negativo como es un expolio ha surgido algo positivo que viene a sumar al patrimonio que ya cuenta Torreparedones.

Todo ha jugado a favor porque los hallazgos están en una propiedad privada cuyos dueños han dado permiso para esta actuación de urgencia que ha evitado que pudiesen desaparecer estas piezas. Unos exvotos que serán un «puntal importante para futuras investigaciones» de profesionales del sector. Ibáñez resalta la singularidad del hallazgo de los exvotos de los caballos porque son únicos en el momento en que se pueden fechar. Se conocen otros en la zona de Fuente Tójar y de Luque, pero son hallazgos superficiales sin contexto histórico.

Ahora Torreparedones cuenta con un recurso más que la convierte otra vez en uno de los yacimientos punteros. El arqueólogo municipal Morena señala que se han encontrado nuevas tumbas pero los más sorprendente y significativo son los exvotos zoomorfos fechados en época romana y «pone algo más de luz sobre este mundo ibérico en gran parte desconocido porque la escritura ibérica no se ha conseguido todavía traducir y desconocemos muchísimas cosas de este pueblo».

De nuevo, la ciudad de Torreparedones reclama su sitio y espera al visitante.