Si el domingo 9 comenzó el periodo hábil de caza con el levantamiento de la veda para el conejo, ayer se abrió la media veda para la codorniz, las palomas y los córvidos. Esta temporada no será normal, como se reconoce desde la Federación Andaluza de Caza (FAC), ante los riesgos que existen por la propagación del covid-19. Así, la FAC ha remitido una circular a las distintas delegaciones provinciales de caza para que se cumplan las recomendaciones para evitar el contagio, además de aconsejar que las sociedades de caza entreguen a sus socios una declaración responsable frente al covid-19 para que la firmen todos ellos y evitar así futuras responsabilidades si se contagian.

La media veda se extenderá hasta el 20 de septiembre. No obstante, en el caso de la tórtola común, solo se podrá practicar la caza el último sábado y el último domingo de agosto, junto al primer sábado y domingo de septiembre hasta las 12.00 horas. Las palomas que se podrán cazar son la torcaz, la zurita y la bravía.

Más habrá que esperar para las dos grandes fechas del calendario cinegético andaluz, que serán el inicio de la temporada de caza menor, que se producirá el 11 de octubre, y el de la caza mayor, que comenzará el 17 de octubre.

Como ya avanzó la Junta de Andalucía, y como sucedió en años anteriores, los periodos de la perdiz con reclamo, ajustados a los territorios por razones de comportamiento del ave, son invariables como también las fechas de periodo hábil de caza del corzo.

Precisamente, coincidiendo con este inicio de la media veda, la Federación Andaluza de Caza ha remitido una comunicación a las distintas administraciones y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con competencia en medio ambiente solicitando que «se extreme la vigilancia en el cumplimiento de cupos y normas durante la media veda, así como que se sancionen todas aquellas conductas que incumplan lo establecido en la Orden General de Vedas».

En esta carta, la Federación de Caza expresa su preocupación ante la amenaza que supondría para el compromiso mayoritario del colectivo cinegético andaluz por una caza sostenible de la tórtola común que se vulnere por determinadas iniciativas o grupos minoritarios. Esta petición se hace por la difícil situación en la que se encuentran las poblaciones de tórtola común.