FICHA

Sus orígenes se remontan al siglo XI, si bien su aspecto actual procede de las remodelaciones realizadas entre los siglos XIII y XV.

Restauración

En la actualidad se están culminando algunas obras de restauración en lienzos y torres.

Visita

Para las visitas al castillo es necesario contactar con la oficina de turismo local.

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Sobre la alcazaba de la ciudad islámica de Madinat Baguh, en el barrio de La Villa, se alza el castillo de Priego, una fortificación que ha ido configurándose a lo largo de toda la Edad Media, desde el siglo IX hasta el XV, con algunos añadidos y modificaciones posteriores realizados durante la edades Moderna y Contemporánea.

La fortificación, declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional, fue donada a la ciudad -salvo una edificación de dos plantas que se usa como vivienda y almacén- por los descendientes de Víctor Rubio Chávarri, su antiguo propietario, en 1996.

Del castillo andalusí quedan pocos restos, aunque por las excavaciones realizadas se sabe que era de planta cuadrangular, con torres en las esquinas y otras torres y contrafuertes en las murallas. Tras las conquistas cristianas de Fernando III (1225) y Alfonso XI (1341), el castillo fue remodelado sustancialmente por los nuevos señores de la villa, primero la orden militar de Calatrava y después el señorío de los Fernández de Córdoba.

Las obras realizadas en estos años (siglos XIII al XV) son de tal envergadura que se puede decir que el castillo que actualmente vemos corresponde a estos momentos. Así, la orden de Calatrava construye la soberbia Torre del Homenaje o Torre Gorda, mientras que los Fernández de Córdoba dan el aspecto que presentan en la actualidad la mayor parte de torres y murallas, incluidas las más altas orientadas a la plaza de El Llano.

El castillo está formado por una muralla flanqueada en su mayor parte por torres cuadrangulares, con cámaras desde donde se accede a un terrado. La puerta de entrada consta de dos arcos de herradura apuntados, uno de ellos para el rastrillo.

El Castillo de Priego presenta una gran riqueza. En la actualidad se continúa su proceso de restauración para recuperar su gran valor. RAFA COBO

Los impactos de artillería medieval documentados, los numerosos bolaños -balas de piedra de forma esférica que servían para ser lanzadas como munición con catapultas (trabucos)- y la localización de seis proyectiles de arco/ballesta impactados en diferentes torres y lienzos, dan cuenta de episodios de asedio del siglo XV, a finales del cual la fortaleza deja de tener significado como tal, utilizándose para usos muy variopintos: vivienda, granero, cine de verano o sala de exposiciones, entre otros.

Tras su cesión al Ayuntamiento se han llevado a cabo distintas obras de restauración, incluyendo el derribo de las viviendas adosadas a la fortaleza, que se encuentra en las fases finales de la última intervención para la consolidación y restauración de lienzos y dos de las torres.

RECOMENDACIONES

EL RICO PATRIMONIO ARTÍSTICO

Priego de Córdoba puede presumir de un envidiable patrimonio histórico, patrimonial y artístico en el que destacan joyas barrocas: El Sagrario de la Asunción, la Capilla de Jesús Nazareno en la Iglesia de San Francisco o las yeserías de la Iglesia de La Aurora, por mencionar algunas de las más relevantes. También es recomendable una visita a sus museos o un paseo por el Barrio de la Villa.

DISFRUTAR DE LA NATURALEZA

En el Parque Natural de las Sierras Subbéticas, Priego ofrece varias rutas senderistas en un entorno privilegiado. La Tiñosa y la Sierra Horconera son dos enclaves que merecen una visita, como también recomendable es conocer el Jardín Micológico La Trufa, que forma parte de la Red Andaluza de Jardines Botánicos y Micológicos en Espacios

Naturales.

GASTRONOMÍA Y ALOJAMIENTO

Priego de Córdoba cuenta con gran diversidad de alojamientos para acoger al visitante e igualmente diversa y rica es su gastronomía, en la que el aceite de oliva -amparado por la D.O. Priego de Córdoba- juega un papel primordial. Flamenquines, rabo de toro, cazón en adobo, revuelto de collejas... Y en la repostería, pestiños, empanadillas, piñonate o turrolate deleitarán el paladar.