El presidente de la Diputación, Antonio Ruiz lamenta la falta de comunicación con la Junta de Andalucía durante toda esta crisis, lo que, a su juicio, contrasta con la buena sintonía que ha habido con los alcaldes, sean del signo político que sean, no solo en esta crisis sino en lo que va de mandato.

«Hemos conseguido aprobar presupuestos por unanimidad, y en el último pleno aprobamos todos los asuntos de gestión por unanimidad. Valoro mucho la senda del consenso y la participación de todas las partes implicadas, pero en esta crisis hemos echado en falta a la Junta», afirmó Ruiz, quien puso como ejemplo que «le he escrito hasta siete cartas al presidente y solo me contestó a la primera».

En estas misivas, Antonio Ruiz le mostraba, entre otros asuntos, su rechazo al sistema de reparto de las llamadas «tarjetas monedero», que considera una medida que no solo no cubre las necesidades, «porque claramente es insuficiente», sino que, además, «va a suponer el desmantelamiento de los servicios sociales, y eso me parece más grave». También le ha escrito «preocupado con el suministro de equipos de protección» para las personas que trabajan en la ayuda a domicilio, a la cual la Diputación ha tenido que hacer frente, o solicitando un plan de empleo para la provincia y ayudas de la Administración autonómica para los municipios de 5.000 a 20.000 habitantes, «que no han recibido aportación económica de la Junta y no entiendo por qué se les discrimina». Sobre este último asunto tampoco ha recibido respuesta de Juanma Moreno, por lo que «entiendo que la Junta no ha contado con los pueblos y con las diputaciones y es una actitud que no comparto, porque siempre apuesto por el consenso y la participación», afirmó Ruiz.

También se pronunció el presidente de la Diputación sobre suspensión de fiestas y festivales clásicos en este verano, para pedirle a la Junta de Andalucía «que ejerza su responsabilidad y, en vez de recomendar, que lo decrete, porque hay ayuntamientos que tenían sus contratos firmados y necesitarían una resolución oficial para decidir que no se van a celebrar esas fiestas».