El personal del Centro Andaluz de Alzhéimer de Alcaracejos ha dado un paso trascendental en el cuidado de los 61 residentes que atienden cada día y desde este martes han pasado a vivir en las mismas instalaciones con ellos, para cortar cualquier acceso desde el exterior y prevenir contagios por coronavirus. Entendían que con las salidas y entradas el riesgo era mayor.

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De los 50 trabajadores del centro, han sido 17 los que han tomado la decisión, con la directora al frente, y desde la incorporación al turno de la mañana de hoy, al que han acudido con el equipaje personal, ya no saldrán hasta que no finalice el estado de alarma. Esta mañana no han faltado momentos de emoción. El resto de la plantilla se implicará en todo el apoyo emocional y profesional desde el exterior.

El Centro Andaluz de Alzhéimer está gestionado por el Ayuntamiento de Alcaracejos y el alcalde, José Luis Cabrera, ha explicado que la iniciativa partió de la dirección, que enseguida recibió la aprobación de los trabajadores e incluso el apoyo del personal sanitario del SAS, vinculado con este centro que acoge a usuarios de Alcaracejos, de Los Pedroches y de toda la provincia.

Una vez que se lo plantearon al alcalde, este, "ante lo serio de lo que iban a hacer, les pedí que se lo pensaran" y, viendo la disposición firme que había, reunió a los nueve concejales de la Corporación municipal, que dieron el visto bueno este fin de semana.

Los 17 trabajadores que ya conviven con los usuarios abarcan diferentes categorías como cocina, auxiliares, limpieza o animadores. Además, se han fijado unos turnos "para que la jornada tenga cierto desahogo".

El alcalde ha agradecido "el acto de valentía, sacrificio y el ejemplo que han dado y que supera con creces su responsabilidad, dejando a sus familiares para pasar a vivir con aquellas personas a quienes cuidan para mitigar el riesgo de contagios y, por tanto, para salvar vidas".

José Luis Cabrera ha asegurado que la gente de Alcaracejos "no olvidará jamás este gesto que te reconcilia con lo mejor del ser humano" y ha explicado que habrá una evaluación periódica del impacto psicológico en la plantilla encerrada. A partir de ahora por tanto solo entrarán desde el exterior los suministros y material que sea preciso con los más rigurosos controles. Y todo ello hasta que el estado de alarma termine y haya bajado el peligro de contagiarse.