A falta del inicio del procedimiento sancionador por las posibles infracciones administrativas que se pudieran haber cometido por las intervenciones realizadas en la iglesia parroquial de la Asunción y Ángeles de Cabra hace más de un año, la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico ha remitido al Ayuntamiento de Cabra un informe técnico en el que delimita las presuntas infracciones cometidas sin contar con ninguna autorización previa por parte de la Delegación.

Un informe fruto de las dos visitas cursadas a dicho lugar por técnicos de la misma en agosto y septiembre del pasado 2019 a un templo que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural, en las que se constató la colocación de un pedestal con inscripción y una imagen del Sagrado Corazón, adosado al muro sur de la iglesia junto a la portada barroca, y la modificación de la cabecera de la nave norte del Evangelio, donde, según todos los planos del templo que constan en la Delegación territorial, «aparece un muro cerrando una estancia en la cabecera oeste de la antigua sacristía, con acceso desde el presbiterio, donde al parecer, en esa estancia y la contigua, se ubicaba el tesoro de la parroquia».

Ese muro, indica el informe, está ocupado por el retablo de la Virgen del Carmen, el cual se ha desmontado, eliminando el muro, y según «indica el párroco en su informe de agosto del 2019, era una pared hueca, por lo que el espacio de la cabecera se ha incorporado a la nave extrema del Evangelio, comunicándose a través de un arco preexistente y dos escalones de piedra», desconociéndose si fueron colocados en esa reforma.

SIN PERITACIÓN

En cuanto al retablo mencionado, se señala que este volvió a montarse «sin la peritación correspondiente y las debidas garantías», se retiró el basamento y se colocó en su ubicación original el frontal del altar mayor, según el párroco José Antonio Jiménez Cabello. Un retablo donde se sustituyó la imagen de la Virgen del Carmen que lo presidía -que se ubicó en la sacristía baja, habilitada como nueva «sala del tesoro» parroquial-, cegándose con esta actuación una puerta de comunicación con la antigua sacristía y tabicando otro hueco de comunicación con el presbiterio. También se expresa en el informe que se ha habilitado una dependencia para colocar los velarios y se ha cubierto el suelo y las paredes, estas con azulejo blanco. Ahora, una vez que la Comisión de Patrimonio emita su informe, se podrá «decidir qué actuaciones pueden legalizarse y cuáles deben revertirse al estado previo, así como otras medidas correctoras», indica el informe.