Remedios Gómez por fin se ha reunido con su padre. La esperanza nunca se desvaneció y después de 83 años de lucha, se reencontró con su padre, Juan José Gómez, que al fin podrá descansar en paz junto a la mujer que nunca dejó de amar, su esposa Dolores Márquez.

La mañana del pasado 19 de octubre Remedios llegó a Castro del Río acompañada de varios de sus hijos e hijas, e incluso de algún nieto y nieta. A pesar de saber que por fin iba a poder enterrar a su padre, la memoria de Remedios no queda tranquila. Remedios nunca olvidará que, a pesar de tener tan solo 4 años de edad, aquel 20 de julio de 1936 la Guardia Civil no se llevó solo a su padre, sino que esa también fue la última vez que vio a su hermano Antonio. Antonio Gómez tenía tan solo 17 años y lamentablemente la ciencia no ha podido certificar aún que sus restos estén entre los 14 cuerpos que se encontraron en la finca de Santa Rita.

Dolores, rodeada de su familia en el cementerio municipal de Castro del Río, expresó llena de emoción que «esto no acaba aquí, porque todavía tenemos que encontrar a mi hermano Antonio. Sé que tiene que estar junto a mi padre, a los dos se los llevaron y a los dos los fusilaron a la vez». Sobre esto, el antropólogo Juan Manuel Guijo y el arqueólogo Jesús Román, que han acompañado a Remedios y a su familia durante todo el proceso, aseguraron que, «pese a la gran dificultad y el tiempo que conlleva la tarea, es posible que uno de los restos de dos de las personas que quedan sin identificar sean de Antonio». Lo que dejó claro Remedios fue que «no me he rendido ni me voy a rendir» y que «ahora más que nunca es cuando más cerca nos encontramos de que toda mi familia pueda estar junta».

Han transcurrido 83 años para que Remedios Gómez cierre una gran parte del ciclo de su vida: encontrar a su padre. Va camino de los noventa años y por fin podrá darle digna sepultura. Desde el pasado agosto, cuando se corroboró que esos huesos eran de su padre, los restos han estado depositados en la sala de autopsias del cementerio municipal de Castro del Río. Tanto Remedios como su familia agradecieron «de corazón» la implicación, atención y ayuda que le han brindado en todo momento la Dirección de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Castro del Río.

EL 20 DE JULIO / Todo comenzó el 20 de julio de 1936, cuando la Guardia Civil se llevó sin explicación a Juan José y Antonio Gómez. Junto a 13 hombres más, padre e hijo fueron trasladados a la cárcel de Montilla.

El informe histórico del historiador de Lucena Arcángel Bedmar, dice que el 6 de agosto, el general José Enrique Varela Iglesias, que había llegado a Córdoba dos días antes, organizó una gran columna formada en gran medida por marroquíes, que salió en la madrugada hacia Castro del Río. A su paso por Montilla, la columna arrastró consigo entre 20 y 50 detenidos de la prisión, entre los que estaban los trece hombres que habían sido detenidos en Santa Cruz el 20 de julio. Juan José y Antonio se encontraban entre ellos.

Una vez llegados a las inmediaciones de Castro del Río, y tras el fracaso de las fuerzas del general Varela en su intento de tomar el pueblo, evacuado por orden de las autoridades republicanas, asesinaron a los presos. Antes de producirse la masacre en un olivar, los padres que se encontraban en el grupo pidieron ser matados antes que sus hijos. Pero cuando iban a fusilar a su padre, Antonio se arrojó instintivamente a sus pies para abrazarlo y ambos murieron acribillados abrazados.