La iglesia Santa María de las Flores de Posadas ha sufrido una importante obra de reforma en la cubierta que ha consistido en la sustitución de las antiguas vigas de madera por otras metálicas, lo cual ha permitido conformar una estructura estable que perdurará en el tiempo.

Asimismo, se ha restaurado y pintado parte de las bóvedas y se han colocado nuevas tejas. Por otra parte, se ha aprovechado para reformar un cuarto de baño y reparar varias bancadas de madera del templo.

José Miguel Bracero, párroco de la localidad malena, señala que «el deterioro de las vigas era de tal magnitud que empezaron a caer cascotes del tejado sobre el techo de escayola de las bóvedas». Los problemas venían de años atrás y la obra estaba en proyecto, aunque recientemente se aprobó la ejecución de la misma, financiada de manera íntegra por el Obispado de Córdoba y con un presupuesto en torno a los 40.000 euros.

La empresa local Coinbosco ha llevado a cabo la reforma en unos dos meses. Ahora queda una no menos ardua tarea de limpieza de toda la iglesia con el objetivo de llegar al día 29 de agosto, cuando baja la patrona en procesión desde la ermita de Jesús. Precisamente en esta y en la capilla de la Vera Cruz se han desarrollado las misas y distintos actos durante el período de obras. Además, a partir del día 30 de agosto empieza la novena y es necesario que esté lista la iglesia para acoger los fieles. Bracero ha destacado la comprensión y colaboración de numerosos vecinos de Posadas, «que están pendientes de que se abra otra vez para venir a sus cultos», al mismo tiempo que subraya que la iglesia necesita otras obras de mejora en el patio y en unos salones que se usan por Cáritas.