El torero sevillano Manuel Jesús El Cid ha declarado esta mañana en el juzgado de Posadas en calidad de investigado por un presunto delito de coacciones y amenazas. La comparecencia del diestro se enmarca en la instrucción de un caso que se investiga a raíz de un tiroteo en una finca de Almodóvar del Río de la zona de La Cigarra, en el que resultó herido por un disparo un hombre y fue detenido el empresario taurino Antonio Sanz, y que tuvo su origen en el intento de cobro de unos pagarés de hace tres años.

Según explicó a Diario CÓRDOBA el abogado de Sanz, Francisco Acosta, en su momento, los hechos se desencadenaron después de que cinco personas, «con amplios antecedentes policiales», llegaran a la finca. «Atravesaron el coche en la puerta» con la intención de cobrar unas deudas pendientes, «en concreto unos pagarés de hace tres años». Al parecer, según Acosta, en la vivienda solo se encontraba la mujer del empresario, que, presa del miedo, se tuvo que encerrar y llamar en varias ocasiones a la Guardia Civil, que tardó en acudir.

En la declaración de El Cid de esta mañana, según ha explicado Acosta a este periódico, este ha manifestado que en el 2007 había toreado en Morón y Sanz le debía 12.000 euros de dicha corrida. Entonces, su chófer, Pedro, "se ofreció a hacer la gestión". Pero añadió que "si Pedro me hubiera dicho que iba a cobrarlo llevando a cuatro matones no lo hubiera mandado a cobrarlo".

El diestro ha asegurado que no conocía a ninguno de los hombres que llegaron a la casa del empresario taurino Antonio Sanz, responsable de la empresa Campo Bravo, que está en libertad con cargos.