El Ayuntamiento de Palma del Río inició ayer, aprovechando las últimas horas de sol, las tareas de baldeo en la zona de Pedro Díaz, que continuarán a primera hora de esta mañana con la empresa adjudicataria del servicio de limpieza y dos horas más tarde con operarios municipales.

El agua remitía del camino de Pedro Díaz pasadas las seis de la tarde de ayer, aunque continuaba anegando estos pagos de huertas ribereños al río Genil. La crecida tardó en retirarse debido al volumen registrado en El Judío, que no bajaba de los 63,26 metros sobre el nivel del mar, y un pico de subida en el cauce del río durante la noche en Écija que alcanzó los 5 metros de lámina de agua.

Las primeras estimaciones sobre los daños provocados en las viviendas, en la zona más cercana al cauce, apuntan a cuatro casas. Uno de estos propietarios señalaba ayer que «aunque no he podido entrar, por la ventana he podido ver que el agua tiene poca altura». En una parcela colindante, su dueño señalaba que «habrá en el interior unos cuatro dedos».

La alarma saltó a primera hora del domingo, cuando se conocieron los litros de agua caídos en cabecera de la cuenca. Estos vecinos, organizados en un grupo de whatsapp, comunicaron con urgencia la crecida avisando de que habría inundación segura, después de comprobar que a la altura de Écija iba peor que otras veces anteriores como consecuencia de la tromba caída en Campillos. Igualmente, el Ayuntamiento, pendiente del agua que había dejado la gota fría río arriba, alertaba a estos núcleos rurales que se encuentran a 7 kilómetros del casco urbano.

Ante la situación registrada en Écija, en la madrugada del domingo se «esperaba lo peor». Finalmente, la fuerza de la corriente hizo que se fuera perdiendo agua a lo largo de las 12 horas que tardó en llegar la crecida a Palma. Ya a media tarde, el alcalde, José Antonio Ruiz Almenara, señalaba que «se puede quedar 60 centímetros por debajo de la crecida del pasado marzo». Se cumplieron las últimas previsiones y el agua no afectó a los puntos sensibles en el casco urbano.