La imaginería y la artesanía montillanas están de luto. Francisco Solano Salido Jiménez, conocido popularmente como Solano el Tallista, falleció ayer a la edad de 87 años, tras una prolífica carrera como creador y escultor de decenas de figuras e imágenes, entre las que destaca, por su singular protagonismo en la madrugada del Viernes Santo montillano, la imponente efigie del Santísimo Cristo de la Misericordia.

Nacido en Montilla en 1931, Solano Salido estaba casado con Aurora Mendoza Toro y era padre de cuatro hijos: Aurora, Francisco Solano, Rafaela y Antonio Jesús. El segundo de ellos, Paco Salido, continuó el sendero de su padre y pronto se convertiría en uno de los pintores mejor valorados del panorama plástico cordobés.

Autor de importantes trabajos realizados en la imaginería local y de la provincia, Solano el Tallista ha dejado un imponente legado de trabajos de talla en madera que pueden disfrutarse en infinidad de iglesias y de cofradías de Córdoba.

Su calidad y su calidez humana invitaban a cualquier amante del arte a visitar su taller enclavado en la popular calle Blanco, donde daba forma de manera paciente a sus creaciones, siempre huyendo de protagonismos y de homenajes que consideraba inmerecidos.

Pese a ello, un grupo de vecinos con inquietudes decidió en el 2013 fundar la asociación cultural de artesanos de Montilla y, para otorgarle un nombre singular al colectivo, decidieron rendir un merecido tributo a este veterano artesano sobradamente conocido en la localidad.