El delegado de Agricultura de la Junta en Córdoba, Francisco Zurera, advirtió ayer de que los agricultores cordobeses perderán 212,8 millones de euros por la aplicación del primer pilar de la nueva PAC (Fondos Feaga, con ayudas directas y otras de menor cuantía) en el marco 2014-2020, a tenor de los datos oficiales y las proyecciones que se han hecho de los mismos. Según indicó Zurera, a las pérdidas en este primer pilar hay que sumar las del segundo, pendientes de cuantificar. El delegado defendió que la PAC ha cohesionado la agricultura europea y ha sido un elemento básico en el medio rural andaluz. Así, recordó que entre los años 2007 y 2013, los agricultores cordobeses percibieron un total de 335,3 millones de euros cada año, que se reducirán a 305 anuales en el marco comunitario 2014-2020, lo que suma unas pérdidas globales en los 7 años de 212,8 millones.

Además, según los datos que maneja la Junta, las previsiones son que para el marco 2021-2027 las ayudas del primer pilar de la PAC para Córdoba lleguen solo a 268 millones al año, lo que supone una nueva reducción de 37 millones al año y 259 en los 7 años del marco. «Como vemos -concluyó-, la PAC está cada vez más en peligro, en parte por la falta de un respaldo claro de las instituciones europeas y en parte por las decisiones que el Gobierno central ha tomado en contra de los intereses de Andalucía y, por tanto, de Córdoba».

El delegado explicó que el Ministerio de Agricultura decidió aplicar dos medidas que la Unión Europea no marcaba como obligatorias: la reducción lineal del 8,64% en todos los derechos de pago único y los cambios realizados en las ayudas asociadas. A ello hay que sumar otra medida aplicada por el Ministerio de Agricultura en el reparto de los fondos del segundo pilar, destinados a desarrollo rural, y que solo afectaba a Andalucía: el Gobierno central recortó estos fondos en un 9,8%, casi el tope máximo del 10% que permitía la UE.

El delegado afirmó que en su momento la Junta advirtió del «daño irreparable que supondría la última reforma de la PAC» y dijo que el Gobierno central «aún está a tiempo de parar un nuevo perjuicio».

Zurera aclaró que el rechazo al recorte se basa en que aumenta la brecha de la renta agraria con el resto de sectores; carga más responsabilidad sobre los sectores agrícola y ganadero aportando menos dinero, y aumenta las exigencias ambientales y de lucha contra el cambio climático.