Cabra y los egabrenses volvieron a presenciar ayer una de las estampas más deseadas que cada año, desde hace algo más de un siglo, se viene repitiendo: el fenómeno de la conocida popularmente como la Bajá, en el que la imagen de María Santísima de la Sierra llega a la ciudad desde su santuario. Como cada 4 de septiembre, la imagen de la patrona se vio acompañada por algo más de 3.000 personas, un número menor que en años anteriores por ser jornada de lunes, aunque las temperaturas acompañaron al no ser muy altas.

Y todo ello tras el canto sentido y hondo que en la noche anterior, en el parque Alcántara Romero, hizo en su pregón el periodista egabrense Manuel Pérez Alcázar, tras ser presentado por sus amigos desde la infancia Adolfo Molina Rascón y Enrique Jiménez Camúñez. El pregonero, que fue muy aplaudido durante su pregón y al que muchos asistentes calificaron de «brillante y de altura», hizo un recorrido por sus recuerdos en torno a unos días festivos como los que ahora la ciudad vive y donde la devoción hacia la Virgen de la Sierra es casi milenaria, jalonado de notas periodísticas. Previo al pregón se proclamó a la reina de las fiestas, Marta León Arroyo, y sus damas de honor y, por vez primera, también un rey, el joven Daniel Montes Toro.

La imagen entró ayer alrededor de las 22.30 horas en el centro del casco urbano con la interpretación de las coplas de la Virgen de la Sierra por parte de ocho coros y agrupaciones musicales locales, tras la imposición a ésta de la vara de Alcaldesa Perpetua de la ciudad por parte del alcalde, Fernando Priego. Un recibimiento oficial donde no faltó la presencia de un buen número de carrozas de flores de papel, medio centenar, que de nuevo volverán a recorrer las calles egabrenses en la tarde de hoy en la conocida Batalla de Flores.

Durante el camino se vivieron momentos especiales en parajes como la Viñuela, la Cuesta de las Promesas, el Peñón de la Beata, los Colchones y la casilla de la Salve, entre otros, donde las mujeres egabrenses volvieron de nuevo a portarla sobre sus hombros.