La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha señalado que los uniformes de trabajo "no pueden vulnerar los derechos de imagen de una mujer y no pueden ser sexistas de ninguna de las maneras", al tiempo que ha afirmado que los mecanismos de protección de los derechos laborales "tienen que funcionar".

La consejera ha hecho estas declaraciones a los periodistas en Sevilla después de conocerse que el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) está asesorando "sobre los pasos a seguir" en el ámbito jurídico a seis empleadas de una gasolinera de La Carlota (Córdoba) que afirman haber sido despedidas por haberse negado a llevar minifalda durante su jornada laboral, cuando el uniforme de trabajo prescrito es un pantalón.

De este modo, Sánchez Rubio ha apuntado que los mecanismos que tienen las propias administraciones "tienen que funcionar, es decir, no deben detenerse en situaciones extraordinarias". "La inspección de trabajo, la administración laboral debe tener los mecanismos para que esto no ocurra", añade.

No obstante, ha señalado que si cosas como las de La Carlota ocurren, lo que la Junta ofrece desde el IAM "es asesorar, informar y darles los instrumentos a esas mujeres para que puedan hacer ese apoyo en su defensa", pero "dentro de los cauces normalizados que tiene la estructura laboral de defensa de los trabajadores".

Pero, insiste la consejera, "no se puede forzar la uniformidad y los uniformes de trabajo no pueden vulnerar los derechos de imagen de una mujer, no pueden ser sexistas de ninguna de las maneras", y si así fuera, incide, "hay que intervenir desde el ámbito laboral y el IAM lo que hará es informar y asesorar".

"Queremos que los mecanismos normales funcionen cuando estas cosas ocurren", manifiesta la consejera de Igualdad, que añade que la propia estructura de la inspección de trabajo y la Magistratura "con seguridad responderán a una situación como ésta". "En todo caso nosotros vamos a asesorarlas, a informarlas y a apoyarlas", concluye.