La Consejería de Fomento y Vivienda destinará durante este año 123,3 millones de euros a la conservación y mejora de la seguridad vial de su red de carreteras autonómicas, lo que supone un aumento del 26,2% en el presupuesto para estos trabajos con respecto a los recursos empleados en 2016, que fueron 97,66 millones.

El departamento que dirige Felipe López ha priorizado estas obras de seguridad vial con el objetivo de contribuir a reducir la accidentalidad, actuando principalmente en los tramos de carreteras que registran más siniestralidad y una mayor intensidad de tráfico. Dicha priorización para estas labores de seguridad en la carreteras se refleja en un importante incremento presupuestario del 61,5% en los últimos tres años, ya que en 2014 las partidas en esta materia alcanzaban solo los 76,31 millones de euros.

El director general de Infraestructuras de la Junta, Jesús Huertas, ha asegurado que “este creciente esfuerzo presupuestario pone de relieve el compromiso de la Administración autonómica por la necesaria conservación del gran patrimonio de infraestructuras viarias que dispone la comunidad actualmente, compuesto por 10.575 kilómetros, de los que casi un millar son vías de alta capacidad”. Jesús Huertas ha señalado que “gran parte del aumento del presupuesto de este año de la Consejería de Fomento y Vivienda, cifrado un 10%, se ha destinado a estas labores fundamentales para garantizar el buen estado de nuestra red viaria”.

Andalucía cuenta con una extensa y articulada malla autonómica de carreteras y este entramado viario adquiere un protagonismo mayoritario en el tráfico de mercancías y de viajeros, alcanzando el 85% en el primer caso (frente al 4% por ferrocarril y el11% por barco y y avión), y representando el 90% en el desplazamiento de personas (frente al 2% del ferrocarril y el 8% del barco y avión).

EXPUESTAS AL DETERIORO PERMANENTE

Ese uso mayoritario hace que las infraestructuras estén expuestas al deterioro permanente debido a las cargas que soportan sus elementos estructurales, así como la incidencia que sobre ellos tienen los agentes naturales. “Por esta razón es indispensable someter al sistema de comunicaciones viarias a una vigilancia continua y destinar recursos públicos para su conservación y mantenimiento en condiciones óptimas para garantizar la seguridad y confortabilidad de sus usuarios”, ha subrayado el responsable autonómico de carreteras.

“La conservación de carreteras, además de prevenir accidentes y garantizar la seguridad vial, propicia una mayor comodidad en la conducción en las carreteras andaluzas y, por todo ello, constituye un eje fundamental de la política de infraestructuras de la JUnta”, ha explicado Huertas.

La renovación de firmes, la eliminación de tramos de concentración de accidentes, la reparación de obras de drenaje, la elevación de la rasante de la carretera en puntos bajos, la mejora de intersecciones y enlaces, el control de accesos, la reparación de la señalización horizontal y vertical o el control de la vegetación y de otros elementos son algunas de las labores de conservación que se desarrollan en este ámbito de actuación.

INTERVENCIONES POR PROVINCIAS

Las intervenciones de seguridad vial más destacadas que se ejecutarán en 2017 destacan, entre otras, son el refuerzo del firme de la A-92 en Sevilla y en Granada; el acondicionamiento de la A-332 de Cuevas de Almanzora a San Juan de los Terreros (Almería) o la mejora de la intersección en la A-334 en Alcóntar (Almería). Asimismo, se intervendrá en la A-358 entre Berja y Dalías (Almería), en la A-461 (Huelva), en la travesía de Quesada (Jaén), en la A-377 entre Gaucín y Manilva (Málaga), en la A-8125 entre Arahal y Morón (Sevilla), o en la modificación de la intersección de la A-360 con la base militar de Morón (Sevilla). También continuarán las actuaciones en la autovía del Olivar A-316 (Jaén) y en la A-422 de Alcaracejos a Belalcázar (Córdoba), que comenzaron a finales del 2016.

Todas estas actuaciones forman parte del Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía, PISTA 2020, ya en vigor tras su aprobación en diciembre pasado por el Consejo de Gobierno, planificación que incluye entre sus objetivos preservar, desarrollar, ordenar e impulsar este patrimonio viario para asegurar que la movilidad de personas y mercancías se realice en condiciones adecuadas de calidad y seguridad.