REPORTAJE

Un gigante con pies de barro

El Centro de Innovación y Tecnología del Textil de Andalucía, con sede en Priego, ha entrado en concurso de acreedores ante la imposibilidad de que la fundación que lo gestiona pague las deudas

RAFAEL COBO

Menos de nueve años después de su inauguración oficial, acto que tenía lugar el 10 de diciembre del 2007, la fundación que gestiona el Centro de Innovación y Tecnología del Textil de Andalucía (Citta) solicitaba el pasado 11 de octubre el concurso de acreedores, ante la falta de liquidez y la imposibilidad de hacer frente a las deudas que tenía contraídas.

El Citta nació en Priego como un instrumento para orientar en sus actividades al sector textil andaluz y para su gestión se optó por la forma jurídica de una fundación privada, sin ánimo de lucro, que llegó a estar integrada por más de una veintena de empresas e instituciones de varias provincias que conformaban el patronato de la fundación. Precisamente, el inicio de su actividad en el 2007 coincidió con los primeros síntomas de una crisis que se dejó notar de manera especial en el sector textil, lo que se ha traducido en una progresiva reducción de la actividad del Citta, que ha sido nula en el último año. Una de las claves de su actual situación es que, desde su inicio, los ingresos necesarios para su funcionamiento procedían casi en su integridad de la Junta, siendo escasos los servicios demandados por las empresas privadas. De ahí que al no hacerse efectivo el cobro de algunas ayudas que tenía pendientes procedentes de la Administración autonómica, al no haber ofrecido el Citta la justificación adecuada a expedientes abonados previamente, ha provocado su entrada en concurso de acreedores.

En la situación actual son numerosas las dudas que se ciernen sobre el futuro de las instalaciones de este gigante que, desde el mismo día de su nacimiento, ya nació con los pies de barro.

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