La Guardia Civil desplegó ayer un amplio dispositivo para dar protección a los servicios veterinarios que habían ordenado el traslado de ganado desde una finca de Villanueva del Duque para su sacrificio y que debían supervisar la operación. Los agentes actuaron después de que veterinarios de la OCA de Hinojosa del Duque fueran amenazados por los propietarios de la explotación ganadera, que resultaron ser tres hermanos tratantes de ganado, uno de los cuales propinó una paliza a un veterinario de la OCA de Pozoblanco el pasado mes de agosto.

Habían advertido que si se llevaban sus vacas «lo de Pozoblanco se iba a quedar en nada» y que prenderían fuego a los camiones que se las llevasen.

Ya el pasado martes acudieron a la finca los veterinarios escoltados por 16 agentes de la Benemérita, aunque entonces no encontraron todos los animales, que son 13 novillas frisonas y un toro de más de mil kilos. Ya con toda la ganadería reunida, un coche patrulla escoltó la finca en la madrugada del viernes para evitar que los propietarios se llevasen el ganado, que debe ser sacrificado por haber sido alterados los crotales, perdiendo la trazabilidad.

Ante el miedo generado y la negativa a actuar de los veterinarios de la zona, la Junta envió ayer a veterinarios de Jaén y Sevilla. El camión para el transporte también tuvo que venir desde Sevilla por negarse a acudir al lugar las empresas de la comarca. Sin embargo, y por sorpresa finalmente, todo el operativo fue desmantelado a las 14.00 horas sin el traslado del ganado.

La Delegación de Agricultura ha optado por no dar detalles de lo sucedido.