Un vecino de El Carpio, J.F.G., de 48 años de edad, prendió fuego ayer a la vivienda de sus padres, que él habitaba en el número 15 de la calle Terremote, tras haberlo anunciado previamente y proferir amenazas de muerte.

Los hechos ocurrieron sobre las doce del mediodía, cuando el pirómano, que sufre una enfermedad mental, según la familia, quemó una de las habitaciones, en las que acumuló hasta cinco bombonas de butano con intención de crear alarma social, y el incendio se propagó al resto de la vivienda.

Fuentes municipales aseguraron que, a primera hora de la mañana, J.F.G. se personó en el Ayuntamiento amenazando con que iba a prender fuego a su casa. No era la primera vez. Ya había realizado esta advertencia en anteriores ocasiones, según comunicó su familia a este periódico, a la que tiene atemorizada, mientras se afanaba en limpiar el interior de la casa.

Las llamas alertaron a los vecinos colindantes, algunos de los cuales llegaron a sufrir ansiedad al percatarse de que se podía producir una catástrofe en la calle. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron varias unidades del parque de bomberos de Montoro, así como la Policía Local y Guardia Civil, sofocándolo a las 13.00 horas.

Su exmujer, Francisca Galán, arropada por sus seis hijos, dijo que han presentado varias denuncias por los problemas psicológicos que padece J.F.G., del que se separó hace 9 años. Las quejas se han presentado ante la Guardia Civil y la Policía Local "y el juzgado no ha puesto una solución al problema", asegura.

Según ha podido saber este periódico, hay una solicitud por parte de su médico de cabecera para que J.F.G. reciba atención urgente. Por su parte, la alcaldesa, Desirée Benavides, afirmó que "aún no se ha pronunciado el juzgado, y si no se actúa de inmediato puede ocurrir una desgracia".