Los resultados de las prospecciones en el yacimiento de La Beleña se conocerán a principios de primavera, una vez finalizados los trabajos que realizaba la empresa alemana Eastern Atlas Geophysical Prospection. La actividad pasaba por la aplicación de técnicas geomagnéticas para obtener los mapas geofísicos que muestren las plantas de cuevas artificiales, fosas u otras estructuras presentes en el subsuelo.

Los datos geofísicos permitirán conocer la distribución de posibles estructuras subterráneas, para planificar futuras intervenciones arqueológicas, de forma efectiva y segura, sin alterar el yacimiento. Estos trabajos están siendo financiados por el Ayuntamiento de Cabra. Al frente de la excavación arqueológica está María Dolores Camalich.

Este yacimiento tiene la peculiaridad de haber permanecido tal cual desde que se procediera a su cerramiento unos 5.000 años antes de Cristo.

Se trata de un enterramiento colectivo del Calcolítico en cueva artificial, que cubierto por una cámara circular abovedada de unos 3 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso, que parece pertenecer a una gran necrópolis. Los resultados de la primera excavación se conocieron en noviembre, a los que se sumarán los que se obtengan del estudio de ADN a practicar en los restos de veinte individuos, a los que se les van a practicar análisis genéticos, de dieta y de movilidad, entre otros para conocer la cronología del depósito en el que, al menos durante unos 300 años, se fueron depositando los cadáveres. Por ahora ya se sabe que su dieta se basaba en proteína de origen animal, que los hombres medían 1,71 metros y las mujeres 1,65.