Los olivareros de Lucena están alarmados ante el anuncio de un posible anticipo en la autorización de la campaña de rebusca de aceituna en las provincias limítrofes. Consideran que con ello puede reproducirse el problema de los robos en algunas zonas del término municipal, y para ello argumentan que más de la mitad de la cosecha de aceituna de Lucena y su entorno está sin recoger. Por este motivo, autorizar la rebusca en Sevilla o Málaga puede hacer que se robe el fruto de fincas locales para introducirlo en poblaciones cuyos términos limitan con la provincia de Córdoba, como es el caso, por ejemplo, de Badolotosa, entre otros, como ha venido sucediendo en años anteriores.

Los olivareros lucentinos se vienen pronunciando positivamente acerca de los resultados que hasta el momento está teniendo el servicio de seguridad privado que se ha contratado este año en el olivar. Hay que tener en cuenta asimismo que dicha vigilancia privada se ha ampliado esta campaña a las localidades de Monturque y Rute.

La contratación de este servicio ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado por parte de las dos cooperativas olivareras de Lucena y la colaboración del Ayuntamiento de la localidad. Concretamente, por parte del Ayuntamiento se han aportado, una campaña más, 12.000 euros, de un presupuesto total que está en torno a los 50.000 euros.

Este tema fue abordado en una reunión presidida por el alcalde lucentino, Juan Pérez, junto a los concejales delegados de Agricultura, Lucas Gómez, y Seguridad Ciudadana, Francisco Adame; el capitán de la Guardia Civil, Antonio Quijano, y el inspector jefe de la Policía Local, Rafael Blancar, además de los presidentes de la Cooperativa Olivarera, Francisco de Mora, y de la de Nuestra Señora de Araceli, Antonio Cañete. Esta campaña de vigilancia se inició el 15 de noviembre, abarcará hasta el final de la recolección y está siendo desarrollada por la empresa Vigirluz, de la localidad sevillana de Estepa, que asimismo lleva a cabo este servicio en otros términos municipales del entorno.

Por parte de la Guardia Civil se ha destacado que, además de los efectivos del Plan ROCA, desde la comandancia local se está presente con una unidad de vigilancia a caballo que está en permanente contacto con el resto de las fuerzas de seguridad. Así se pretende impedir los robos, que, además de causar daños económicos, siembran el pánico entre numerosos agricultores por los destrozos que suelen ocasionarse con frecuencia.