La asociación Piedra y Cal para la defensa del patrinonio histórico de Pozoblanco organizó ayer una chocolatada con degustación de dulces típicos de la tierra con la que se reivindicó el arreglo y mantenimiento de las fuentes públicas y las zonas verdes situadas en los ruedos aledaños a la localidad. El acto tuvo como escenario el paraje de la fuente de La Guizuela y comenzó con la lectura de un manifiesto bajo una pancarta en la que podía leerse "La Guizuela: de lavadero a ¿basurero?".

La Guizuela es un espacio muy significativo del pasado histórico de Pozoblanco, como puso de relieve el presidente de la entidad, Antonio Morillo- Velarde, que era utilizado antiguamente como lavadero, zona de juegos infantiles y paseo. En el manifiesto leído por Jesús Redondo, secretario de la asociación, se dice que estas fuentes forman parte de un patrimono hidráulico casi desconocido, ofreciendo sus aguas para diferentes usos desde el siglo XIX.

Por su parte, el alcalde, Emiliano Pozuelo, presente en el acto, dijo tras el mismo que el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha algunas actuaciones para recuperar estas zonas. "Ya se han pasado las máquinas por las antiguas vías del ferrocarril que pasan por La Guizuela", dijo, y añadió que se está estudiando cómo poner en valor el resto de parajes con fuentes públicas.