El sacerdote y periodista Antonio Gil celebró ayer en la parroquia de San Juan Bautista de Hinojosa del Duque, su localidad natal, sus bodas de oro sacerdotales. Gil celebró la eucaristía de acción de gracias junto a sacerdotes de su curso, así como numerosos sacerdotes, familiares y amigos. Antes de la misa se acercó hasta la ermita del Santo Cristo de las Injurias, donde depositó unas flores ante la imagen, agradeciendo "la gratitud hacia Dios por todos los dones recibidos en mi larga vida sacerdotal, a pesar de mis deficiencias". También hizo alarde de su otra gran pasión, el periodismo. De hecho, aprovecha siempre que puede para volver a su pueblo, buscando la presencia de Dios en cada monumento, en cada casa, en cada persona, para luego plasmar en sus libros sus vivencias y poder compartirlas con los demás.