Si algo distingue a la cooperativa cordobesa es su permanente preocupación por la calidad del aceite de oliva y su perseverancia en la búsqueda de nuevos mercados. "Somos una cooperativa de primer grado muy preocupada por hacer las cosas bien, luchamos día a día por la calidad y la cultura de la calidad y por ampliar mercados", asegura Francisco Serrano. Para ello, como indica, "tratamos que el agricultor se conciencie de la importancia de buscar la calidad desde que se recoge la aceituna hasta que se moltura". El proyecto integrador de Almazaras de la Subbética se inició en la campaña 2010/2011 con la incorporación de la cooperativa Santa Marina. Desde entonces no ha dejado de crecer.