Rafael Gómez, líder de UCOR y diputado provincial, no asumió de buen grado la proposición presentada por su compañero de partido, Carlos Baquerín, IU y PSOE en la que se exigía que no se permita que una persona condenada por corrupción acceda a un cargo público y que cualquier diputado provincial que resulte condenado renuncie a su acta de diputado. Gómez consideró que la propuesta iba dirigida contra él para apartarlo de la política. "Me da pena que hayáis aprobado esta moción porque Rafael Gómez jamás ha robado o le ha hecho daño a nadie. Los tres partidos tienen por qué callar, porque este país está como está por vuestra gestión y por meter las manos donde no debíais", dijo el líder de UCOR. Gómez consideró que existe "miedo" de los otros partidos ante el crecimiento de UCOR. En este sentido, Baquerín afirmó que la corrupción "es un gran problema", por lo que instó a que los condenados sean apartados de la Administración pública. Por su parte, el portavoz de IU, Francisco Martínez, señaló que la moción "defiende" la democracia. El portavoz del PSOE, Salvador Blanco, respaldó la propuesta y rechazó que fuera contra ninguna persona concreta.