La zona vinícola del sur de Córdoba ha sufrido el arranque de viñedo durante décadas, lo que ha modificado el equilibrio entre viñedos y olivares en favor de estos últimos. Según los técnicos, el monocultivo es perjudicial para la Zona ya que ambas explotaciones son complementarias y suponen una fuente importante para la generación de riqueza y empleo y para fijar la población al medio rural teniendo en cuenta que olivares y viñas, sobre todo estas últimas, son cultivos sociales por la cantidad de peonadas que generan y su simultaneidad en la campaña.

El presidente de La Aurora ha señalado que "no solo hay demanda de vinos blancos". También se están introduciendo con resultados positivos los vinos tintos de la Tierra de Córdoba. Mejoran también las ventas de vinos amparados por la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles. Un panorama alentador con la esperanza puesta en el futuro, a pesar de la crisis que afecta a la práctica totalidad de los sectores económicos.