El juicio contra dos enfermeras del Hospital Infanta Margarita finalizó ayer con conformidad después de que se retirase la acusación de delito de lesiones por imprudencia profesional contra las dos imputadas. La Fiscalía solicitó dos años de cárcel por los graves daños sufridos por un bebé nacido en diciembre del 2006. El niño tenía dificultades en la respiración y los familiares alertaron sobre síntomas como los pies y las manos azules, pero las enfermeras no identificaron la gravedad y el recién nacido sufrió un deterioro de las funciones cerebrales superiores integradas de forma grave. Finalmente, han sido condenadas por lesiones por imprudencia grave y pagarán 100 euros.